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¿Colesterol bueno o malo?: la ciencia cambia las reglas

Un estilo de vida saludable, junto con chequeos médicos regulares, ayuda a mantener estos niveles bajo control y reduce la necesidad de medicación

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

El colesterol es una sustancia grasa esencial para el organismo, pero sus niveles deben mantenerse en equilibrio para evitar riesgos de salud, especialmente enfermedades cardiovasculares. Dos tipos de colesterol son relevantes: el colesterol bueno o HDL (lipoproteína de alta densidad) y el colesterol malo o LDL (lipoproteína de baja densidad). A continuación, exploraremos en qué niveles se consideran saludables y cuándo es necesario iniciar un tratamiento médico.

1. Colesterol HDL (el bueno)

El colesterol HDL ayuda a transportar el exceso de colesterol desde las arterias hacia el hígado para ser procesado y eliminado. Niveles altos de HDL se asocian con un menor riesgo de enfermedades cardíacas.

Niveles recomendados de HDL

Ideal: Mayor a 60 mg/dL (miligramos por decilitro).
Moderado: Entre 40-59 mg/dL.
Bajo (riesgo): Menor a 40 mg/dL para hombres y menor a 50 mg/dL para mujeres.
Factores que aumentan el HDL
Actividades como el ejercicio regular, una dieta rica en grasas saludables (por ejemplo, aceite de oliva, aguacate, frutos secos), y dejar de fumar pueden mejorar los niveles de HDL.

2. Colesterol LDL (el malo)

El LDL es el colesterol que se adhiere a las paredes de las arterias, contribuyendo a la formación de placas que dificultan la circulación y pueden causar ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

Niveles recomendados de LDL

Óptimo: Menor a 100 mg/dL.
Casi óptimo: 100-129 mg/dL.
Moderado (riesgo): 130-159 mg/dL.
Alto: 160-189 mg/dL.
Muy alto: Mayor a 190 mg/dL.
Factores que aumentan el LDL
Dietas altas en grasas saturadas y trans, el sedentarismo, y condiciones como la obesidad y el tabaquismo contribuyen a niveles elevados de LDL.

3. Colesterol Total: evaluación General

El colesterol total es una medida combinada del HDL, LDL, y otros componentes de grasa en la sangre.

Valores de referencia de colesterol total
Óptimo: Menor a 200 mg/dL.
Moderado (riesgo): 200-239 mg/dL.
Alto (riesgo cardiovascular): Mayor a 240 mg/dL.
Tener colesterol total alto junto con un nivel bajo de HDL o un nivel alto de LDL puede ser señal de mayor riesgo cardiovascular.

Pero, ¿cuándo se necesita medicación? En algunos casos, modificar el estilo de vida no es suficiente para controlar el colesterol, y se recomienda el uso de medicamentos, generalmente bajo supervisión médica. Las estatinas son la medicación más comúnmente recetada para reducir el LDL y el riesgo cardiovascular. En este sentido, los indicadores para el uso de medicamentos serían un LDL igual o superior a 190 mg/dL. En personas sanas, se recomienda el uso de estatinas o medicación similar. Colesterol alto junto con factores de riesgo: Como antecedentes de enfermedad cardiovascular, diabetes tipo 2, hipertensión, tabaquismo, o antecedentes familiares de enfermedades cardíacas.

Así, las personas con enfermedades cardíacas previas, el tratamiento farmacológico puede ser necesario aún con niveles de LDL menores de 190 mg/dL. Diabetes: los diabéticos con niveles de LDL de 70 mg/dL o más pueden necesitar medicamentos, debido a su riesgo cardiovascular elevado.

Objetivo de la medicación

La meta del tratamiento es reducir los niveles de LDL a menos de 100 mg/dL para la mayoría de las personas y menos de 70 mg/dL para aquellos con alto riesgo cardiovascular.

En cuanto a la prevención y control, los consejos para un corazón saludable
es una dieta balanceada como favorecer alimentos ricos en fibra (como vegetales, frutas, y granos enteros), y reducir el consumo de grasas saturadas y trans.

Ejercicio regular: al menos 150 minutos de actividad física moderada o 75 minutos de ejercicio intenso a la semana. Evitar el tabaquismo y el alcohol en exceso, porque ambos influyen negativamente en el perfil de colesterol y aumentan el riesgo cardiovascular. Se deben realizar chequeos periódicos, especialmente si existen factores de riesgo como la diabetes, obesidad, hipertensión, o antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares.

Comprender los niveles de colesterol bueno y malo, y cuándo es necesario iniciar un tratamiento, es crucial para la prevención de enfermedades cardiovasculares. Un estilo de vida saludable, junto con chequeos médicos regulares, ayuda a mantener estos niveles bajo control y reduce la necesidad de medicación.