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Aspectos que quizás desconozcas de los productos light

Cuando acudimos al supermercado es importante que lo hagamos con tiempo, para que de esta manera nuestra compra sea lo más inteligente posible y no nos dejemos arrastrar únicamente por las ofertas o los productos que más nos gusten. En más de una ocasión hemos reparado en aquellos artículos bajos en calorías o que se anuncian sin grasas. Hay muchos aspectos que quizás desconozcas de los productos light y que te los aclararemos en este artículo.

Idea equivocada

Resulta muy común que se vincule los productos light o bajos en calorías a salud. De hecho en ocasiones nos excedemos en exceso con ellos pensando que son buenos. Expertos en nutrición del Instituto Culinario de Estados Unidos, la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvar y la publicación médica WebMD señalan una serie de aspectos a la hora de consumir este tipo de productos.

Puede darse el caso que estos alimentos o bebidas que se venden como light contengan una mayor cantidad de sal, azúcares y almidón que la composición habitual del producto. Una caso a tener en cuenta podrían ser los refrescos de cola, por ejemplo. Lo que ocurre es que al quitarle una parte de grasa al citado producto también se suprime el sabor, por lo que se intenta compensar añadiendo azúcares o sal. De ahí que te recordemos que por ser light un alimento no tiene que ser más saludable que otro en su versión normal.

Cuidado con las dietas

No se puede cometer el error de creer que los alimentos bajos en calorías son adecuados para las personas que se encuentran a dieta y pretenden perder peso. Este tipo de productos no son precisamente los que mejor encajan en un régimen, sobre todo por la gran cantidad de calorías que nos aportarán.

Estos alimentos light pueden llegar a aumentar nuestro peso tanto como los hidratos de carbono en el caso de que nos excedamos con las calorías ingeridas en el día a día. No podemos dejarnos engañar por la etiqueta light. Sólo hay que comprobar el caso del queso cheddar light, que puede ser hasta un 40% menos calórico que el clásico. No obstante, sigue aportando 289 kcal por cada 100 gramos.

Que nadie se piense que por convertir a los productos bajos en calorías o light en el centro de nuestra dieta vamos a conseguir adelgazar los kilos que tenemos de más. Puede ocurrir todo lo contrario, que acabemos engordando y además se incrementen los triglicéridos y se rebaje el colesterol bueno.

Abuso de lo light

Pensando que se trata de un alimento saludable siempre comemos más de la cuenta. Lo importante es que se controlen bien las porciones y no abusemos tampoco de la cantidad a ingerir. Piensa que a lo mejor te conviene más tomar una ración de helado normal que dos o tres de uno light. Al final acabarás consumiendo las mismas calorías.

Por lo tanto, a modo de conclusión se puede decir que una dieta equilibrada no pasa por incorporar a nuestra rutina diaria los alimentos y bebidas light.