OkSalud
Bebés

5 tips para cuidar la infección de oído en bebés

Los cuidados de los recién nacidos tienen que ser más exigentes. ¿Cómo puedes prevenir y tratar la infección de oído en bebés? Aquí te damos unos consejos.

La otitis es una de los padecimientos más comunes en los primeros años de vida. Si sabemos cómo prevenirla y curarla todo será mucho más fácil. Todo dependerá de la prevención y de acatar ciertos consejos básicos. Estos 5 tips para cuidar la infección de oído en bebés ayudan a mejorar la atención al pequeño durante esos momentos tan molestos. Lo importante es estar atentos a esos síntomas que experimenta nuestro hijo y que lo incomodan de manera considerable.

La infección de oídos es más común en niños que en adultos. La razón es que el oído de los bebés es más horizontal y corto y se comunica con la nariz y la garganta. Los catarros e infecciones se propagan más fácilmente y aparece el malestar en el cuerpo. Los factores hereditarios y étnicos, la precocidad, el medio ambiente y el sexo del bebé también influyen.

Síntomas más habituales

Si aprendemos a detectar los síntomas de la infección de oído en bebés estaremos en mayor capacidad de enfrentar el malestar. Las señales son comunes: fiebre, molestia al tragar, irritabilidad, falta de apetito y hasta vómitos.

Cuando la infección está avanzada, a estos malestares se suma la supuración del oído externo o pus. Es prudente no manipularlos y consultar a un pediatra, que recomendará antibióticos, antiinflamatorios en gotas o analgésicos.

Infecciones tipo media y externas

Las infecciones más usuales de oído en bebés son las de tipo medio. Cuando se trata de una otitis externa, causada por la piscina o el clima, lo mejor es no bañar al niño. Podemos solo limpiarlo, alejándolo de ambientes húmedos y protegiéndolos de las bajas temperaturas.

5 tips para cuidar la infección de oído en bebés

Los gorros y las orejeras son ideales para proteger a los niños de cualquier infección de oídos. Estas prendas los resguardan de resfriados y por ello ayudan a evitar la mucosidad que propicia infecciones. Precisamente la acumulación de mucosidad en la nariz es un riesgo para los oídos. Los dispensadores esterilizados con suero fisiológico son ideales para retirar todo ese moco que es tan dañino.

No podemos descuidar los cambios bruscos de temperatura. Si tenemos que salir con los niños es indispensable abrigarlos muy bien. Después de bañarles tenemos que secar muy bien los oídos con una toalla. Es imprescindible evitar que el agua o el jabón entren al conducto auditivo, para que no crezcan bacterias y hongos.

El riesgo de crear un tapón de cerumen en el conducto auditivo se incrementa cuando utilizamos hisopos o bastoncillos. El pediatra debe recomendarnos la mejor manera de mantener limpio el conducto auditivo.

Se precavido y atiende estos consejos. Estos cinco tips para cuidar la infección de oído en bebés disminuyen los riesgos de enfermedades de tu hijo.