4 consejos para pasar del asfalto a la montaña

La gran mayoría de los corredores de montaña empezaron en el asfalto. El problema es que para pasar de un terreno a otro es preciso soportar un periodo de adaptación. Como ya sabrás, el trail running, cuenta cada día con más seguidores, sobre todo porque supone una experiencia muy agradable y además consigues ponerte en forma. Si eres un runner urbano, te damos 4 consejos para pasar del asfalto a la montaña para que el periodo de adaptación te resulte más sencillo.

Dejar de cuantificar los registros

Todos los corredores parecen obsesionados por cuantificar los entrenamientos y analizar la distancia, ritmos, pulsaciones y calorías, entre otras cosas. Pero si hacemos esto en la montaña cometeremos un grave error. La explicación es bien sencilla. En estas superficies los desniveles son mucho mayores y el terreno es irregular, por lo que será preciso estar muy atento donde pisamos. Los tiempos por kilómetro no serán tan importantes si los comparas con otros recorridos que tengan la misma distancia pero que no resulten tan duros. Es importante que no te desmotives con estos registros. En lugar de realizar comparaciones, lo mejor sería anotar en una libreta todos tus progresos, tanto en tiempo, desnivel como en sensaciones.

Equipamiento distinto

La ropa y el calzado que utilizaremos para correr por el monte no tendrá nada que ver con el que empleamos en el asfalto. Lo primero que haremos será comprar unas zapatillas específicas para correr por estas superficies. En el caso de que optes por practicar el trail running durante el invierno es preciso que te abrigues correctamente y en lugar de ponerte prendas muy gordas utilices varias que sean muy finas. Lo ideal son los cortavientos por encima de la camiseta, para garantizarte una mayor ligereza a la hora de correr.

Prepararte en lugares con desniveles y obstáculos

Aunque compitamos en trail running, para la mayoría de nosotros resulta muy complicado ejercitarse en la montaña, sobre todo porque no la tenemos cerca de casa, así que lo habitual es entrenar en parques y por asfalto. No obstante, una buena opción es buscar lugares que tengan ciertos desniveles y obstáculos, que nos ayuden a realizar los cambios de ritmo, dirección y velocidad que exige la montaña. El esfuerzo que se realiza en el trail es muy superior al que hacemos por la calle corriendo. Nuestros músculos sufren mucho más, por eso es necesario que se incremente el volumen en los entrenamientos de fuerza, haciendo especial énfasis en los ejercicios que afectan a las articulaciones y a los tobillos.

Ir bien preparado

Cuando salgamos a correr por la montaña es preciso hacerlo con una cierta seguridad. Con anterioridad planificaremos el recorrido y llevaremos un GPS para conocer en todo momento si nos encontramos dentro del espacio marcado en la ruta. Te vendrá muy bien también llevar el teléfono móvil cargado para avisar en caso de percance. Aunque pienses que lo tienes todo controlado, no te puedes relajar en la montaña. Hay que estar muy atento para evitar los accidentes.