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Salsa brava casera de Karlos Arguiñano

Aprende paso a paso la receta original de salsa brava de Karlos Arguiñano. Ideal para acompañar patatas o cualquier tapa, con el toque picante justo y todo el sabor casero.

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  • Francisco María
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Hay sabores que nos transportan directamente a un bar de toda la vida: las patatas bravas con su salsa picante y ese aroma que abre el apetito. En esta versión inspirada en Karlos Arguiñano, te enseño cómo hacer una salsa brava casera, con ingredientes simples, sin prisas y con mucho sabor. Es perfecta para acompañar patatas, carnes o cualquier plato que necesite un toque alegre y picantón.

Ingredientes

Preparación paso a paso

  1. Pochar la cebolla y el ajo.
    Empieza picando finamente la cebolla y los ajos. Calienta el aceite en una sartén y sofríelos a fuego medio durante unos 10 minutos, hasta que estén blandos y empiecen a tomar color. Este paso es esencial: aquí se crea la base de sabor.
  2. Añadir el pimentón.
    Aparta un momento la sartén del fuego y añade el pimentón dulce y el picante. Remueve enseguida para que no se queme. Si te gustan las emociones fuertes, añade también la guindilla. Ese toque es el alma de la salsa.
  3. Incorporar la harina.
    Añade la harina y remueve bien. Servirá para espesar la salsa y darle una textura más cremosa.
  4. Agregar el tomate y el caldo.
    Echa el tomate triturado y, poco a poco, el caldo. Mezcla bien y deja que todo cueza a fuego suave durante unos 15 minutos. Verás cómo el aroma empieza a llenar la cocina y la salsa adquiere un tono rojo intenso.
  5. Ajustar el sabor.
    Sazona con sal y pimienta al gusto y añade un chorrito de vinagre. Este toque ácido equilibra el picante y resalta el sabor del pimentón. Si ves que la salsa queda muy espesa, añade un poco más de caldo.
  6. Triturar.
    Retira la guindilla (si la usaste) y pasa la salsa por la batidora hasta que quede fina. Si quieres una textura más suave, cuélala con un colador o un chino.

Sugerencias del chef

Arguiñano siempre dice que una buena salsa brava debe tener “carácter, pero sin pasarse”. Pruébala con unas patatas fritas recién hechas, o úsala como acompañamiento para pollo, croquetas o pescado al horno.
Si te sobra, guárdala en un frasco de cristal: se conserva perfectamente 3 o 4 días en la nevera, e incluso mejora con el reposo.

El secreto está en hacerla con calma. No hay que correr: deja que la cebolla se dore bien, que el tomate se reduzca y que los sabores se mezclen poco a poco. No necesitas nada complicado, solo buenos ingredientes y ganas de disfrutar del proceso.

Información suplementaria

Tiempo de preparación: 30 minutos

Porciones: 4 personas

Tipo de cocina: Española tradicional

Tipo de comida: Salsa o acompañamiento

Información nutricional (por ración):