Albóndigas de queso y calabacín

Esta receta es saludable y con un intenso sabor. Se recomienda además como una opción para incorporar verduras de una manera diferente. Las albóndigas de queso y calabacín son prácticas y muy fáciles de elaborar. Aunque aquí se preparan fritas las albóndigas, también quedan perfectas cocidas en el horno o guisadas.

La ventaja principal de esta elaboración es que lleva ingredientes sencillos y nutritivos. El calabacín es un alimento con diversas propiedades beneficiosas para el organismo; el queso, por su parte, realza el sabor del plato y combina de forma excelente.

Respecto a los ingredientes, se puede elaborar con el tipo de queso preferido. Aquí veremos una opción elaborada con queso feta, típico de la región mediterránea y Grecia. Esta opción le otorga un sabor y suavidad característicos que resulta una delicia.

Ingredientes:

• 500 gr. de calabacín
• 2 huevos
• 150 gr. de queso feta
• 1 cebolla
• 3 cucharadas de pan rallado (para el relleno)
• Pan rallado para rebozar
• Perejil
• Unas ramitas de hierbabuena fresca
• Sal y pimienta al gusto
• Aceite de oliva virgen extra

Cómo elaborar albóndigas de queso y calabacín:

1. Lavar el calabacín, quitarle las puntas y rallarlo. También se puede pasar por la trituradora; después escurrirlo en un recipiente apto para ello para sacarle el líquido sobrante. Reservar.
2. A continuación, batir los huevos con la pimienta y la sal en un cuenco.
3. Pelar y cortar la cebolla en trozos muy pequeños. Lavar y picar la hierbabuena y añadir ambos ingredientes junto a los huevos previamente batidos.
4. Agregar el perejil picado y el calabacín ya escurrido. Mezclar todo hasta integrar muy bien.
5. Después incorporar el pan rallado y el queso feta desmenuzado con la mano y mezclar hasta que se forme una pasta.
6. Con la mezcla, armar pequeñas bolas de tamaño mediano y pasarlas por huevo batido y una capa de pan rallado. Repetir el procedimiento si se prefiere doble capa de pan.
7. Por último, en una sartén con aceite caliente, freír las albóndigas hasta que queden doradas de todos lados. No sobrepasar la cocción para que conserven la humedad interior.
8. Colocarlas en una fuente con papel absorbente y servir calientes. Pueden acompañarse con una ensalada o una salsa y quedarán perfectas como plato principal.

¿Te han sorprendido estas albóndigas de queso y calabacín? La combinación de sus ingredientes las vuelve irresistibles; no dejes de probarlas en casa y te encantarán. Es una manera fácil y deliciosa de incorporar verduras a la dieta diaria sin gastar demasiado tiempo. Anímate con estas albóndigas y no te arrepentirás.