Este Madrid no pega

Los datos hablan por sí solos. El problema del Real Madrid está en la portería. Y no en la suya, sino en la del rival. A los blancos les cuesta un mundo meter la pelota en el arco contrario, lo que les está apartando de la Liga antes de comerse el turrón.

Tras el empate a cero frente al Athletic el pasado fin de semana, tercera vez que los hombres de Zidane se quedan sin ver puerta este año –la temporada pasada marcaron en todos los partidos que jugaron– Zidane focalizó el problema en la falta de puntería. “Con el gol tendríamos 4 puntos más. El gol es lo más difícil. Ocasiones hemos tenido pero el balón no quería entrar y hay que seguir adelante”, aseguró el galo. Probablemente, el Madrid también tenga una falta de fútbol que le resta, pero ésta no es mayor que la del curso pasado, la mejor campaña de su historia.

El quid de la cuestión está en que los chicos de Zizou necesitan una cantidad de remates impropios de un equipo de su calidad para batir al arquero oponente. El Madrid ha dejado de ganar esta temporada seis partidos en el campeonato nacional y en todos ellos superó con creces la decena de disparos. El actual campeón de Liga sigue siendo el mismo equipo que goleaba casi sin querer hace unos meses, pero eso ahora ha cambiado. En esa media docena de duelos donde no ganaron los tres puntos, dispararon 114 veces al rival para conseguir cuatro goles y cuatro puntos. La prueba de todo esto es la derrota ante el Betis en el Santiago Bernabéu. 27 tiros, sólo siete a puerta, para hacer cero goles.

Sin puntería

Pero si la cantidad de tiros errados es alarmante, casi es más preocupante la cantidad de disparos que no encuentran portería. De esos 114 chuts, sólo 36 acabaron entre los tres palos.

Es decir, el equipo que derribó el muro de la Juventus no hace tanto en Cardiff obliga a emplearse a los porteros del equipo contrario en un 32% de las veces que prueban fortuna. Y lo que asusta más, tan sólo cuatro de los 36 balones que encontraron portería acabaron en gol. Un triste 11%.

Cristiano y Benzema no tienen suerte

Cuando uno se percata de estos datos, mira los goles que suman los delanteros y sus escuderos. Es decir, todos los hombres que por detrás tratan de ayudar en la siempre complicada tarea del gol. El Real Madrid tiene 21 jugadores de campo en la plantilla y 10 han visto portería. No está mal. Es cierto que este año no están hombres con facilidad para hacer gol como Morata, Mariano o James, pero el bloque responde.

El problema nace cuando uno descubre que los máximos goleadores en Liga son Marco Asensio e Isco con cuatro tantos cada uno. Tras ellos, aparece un Casemiro que se ha aficionado a ver puerta y ya suma tres dianas en lo que va de competición. Y después… la BBC.

El tridente, ese que no coincide en un terreno de juego ni por casualidad, tiene la pólvora mojada. Cristiano Ronaldo, máximo goleador en la historia del Real Madrid, Karim Benzema y Bale suman dos goles cada uno. Sin duda, el galés es el que se puede salvar en esta estadística desoladora, ya que solo ha jugado cinco partidos.

Los hombres gol del Real Madrid no hacen su labor y esto lo está pagando el equipo. Su puntería es como la de una escopeta de feria y la Liga es como el peluche que, aunque lo intentes, no lo vas a conseguir porque nunca haces diana. El problema está localizado, la solución parece más compleja.