Suicidarse en el Bernabéu

Suicidarse en el Bernabéu

Al Barça no le queda otra que jugársela a la ruleta rusa en el Clásico. Tras haberse estrellado contra el muro de hormigón de la Juventus, los culés quieren solucionar todos sus problemas a costa del Madrid. Animados por la ovación mortuoria del Nou Camp y cobijados en el delirio antimadridista de Toni Freixa —amnésico ante los enjuagues de Aytekin pero sospechosamente retorcido frente a las decisiones de Kassai— que declara, con la más vacua convicción: “El Bernabéu se nos da muy bien, siempre es buen momento para ir al Bernabéu”.

Cualquier cosa sirve para enmascarar un estado de ánimo bajo cero. Tanta fe albergan los blaugranas en la victoria que ni tan siquiera les ha hecho falta recurrir la cautelar para que juegue Neymar. Los culés vienen a pasearse al Bernabéu, a golear a los de Zidane y a reescribir una nueva página heroica como aquella lograda contra el PSG. Los puntos suspensivos de Piqué y la aportación inestimable de Busquets —suponiendo que no le saquen la amarilla justo antes de que pise el campo, como debería ser— bastan para sentenciar la liga en el sacro templo del Madrid.

Hablando de Piqué muchos madridistas nos hemos preguntado si, de no pagar la Federación Española las millonarias primas que abona, hubiese jugado alguna vez, o continuaría jugando, con la selección nacional de fútbol. Para mí que no, que mercenarios hay en todas las actividades humanas. Como caso opuesto y hablando de Ramos, les garantizo que el capitán del Real Madrid lo seguiría haciendo. He aquí la diferencia de quienes juegan para engordar la cartera —que la pela es la pela— y de quienes lo hacen porque se lo pide el corazón y se sienten profundamente, y a mucha honra, españoles.

Así que ya tenemos un efervescente Clásico. Los de la moral hecha trizas viajan desde la cutre nada europea con el único afán de sacar al actual campeón de Europa, con una moral de hierro, a balonazo limpio, de su feudo. Algún espíritu bondadoso podría advertirles que eso se llama suicidarse en el Bernabéu.

Lo último en Opinión

Últimas noticias