Sánchez pesca votos en el caladero marroquí
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No es en absoluto nuevo el intento del Gobierno de Pedro Sánchez de buscar votos hasta debajo de las piedras. Y al proyecto nacionalizador de los descendientes de las víctimas del franquismo ha unido el plan de nacionalización de los inmigrantes marroquíes, un colectivo que se ha convertido en un granero de votos para el PSOE desde que llegó a La Moncloa: desde 2018, han obtenido la nacionalidad más de 237.000 personas procedentes de Marruecos. La vía para concederles la nacionalización y podar votar es sencilla: cumplir el requisito de «buen comportamiento cívico». Sólo en 2023, el Gobierno dio la nacionalidad a 45.799 marroquíes, predominantemente a hombres de 19 años. Es una cifra considerable que en determinados territorios como Cataluña ha permitido al PSOE contar con un apoyo extra vital para sus aspiraciones electorales.
Durante los años que Sánchez lleva al frente del Gobierno, el número de inmigrantes de Marruecos que han obtenido la nacionalidad española casi duplica a la etapa de Mariano Rajoy. Los últimos datos, correspondientes a 2023, muestran la consolidación de esta tendencia. La nacionalidad marroquí es la que más expedientes favorables por residencia ha obtenido en el último ciclo consolidado, con un aumento anual del 5,4% respecto al año anterior. De ellos, el 53% son varones, siendo la edad media del receptor de la nacionalidad los 19 años. Cabe recordar que muchos de los llamados menores extranjeros no acompañados acceden a la nacionalidad española una vez cumplen los 18 años. La edad media de los 844.969 marroquíes residentes en España es de 34 años. Para hacerse idea de la importancia que para el PSOE de Sánchez tiene el voto inmigrante marroquí cabe recordar que los socialistas catalanes señalaron abiertamente el impacto que tuvo la comunidad marroquí con derecho a voto en los resultados del PSOE, especialmente en Cataluña, donde el electorado de origen marroquí estuvo «muy movilizado». Este grupo de más de 150.000 votantes podía decidir entre uno y dos escaños, convirtiéndose en un nicho electoral nada despreciable que se disparó a nivel nacional desde que Sánchez asumió la Presidencia. Conclusión, que Pedro Sánchez ha decidido aplicar la teoría de que «si no nos votan los de dentro, que al menos nos voten los que vienen de fuera». Y en esto están.