¿Qué puede hacer usted por Sánchez?

“Es el momento de preguntarse qué puedes hacer por EEUU, y no que puede hacer EEUU por ti…”, dijo aquel joven, fresco y vigoroso presidente de la New Frontier una helada mañana del invierno de Washington.
Algo, que en su espíritu, invoca todos los días Sánchez en relación con los administrados en una especie de mundo al revés. Si usted es un patriota que ama su país, si usted es un ciudadano honrado consciente de su responsabilidad histórica con el gobernante no tendrá más remedio que claudicar, por ejemplo, ante tamaños comportamientos.
-Le parecerá bien y aplaudirá que el presidente del Gobierno marque su “igualdad” con los gobernados alardeando de palacios desde Doñana a Quintos de Mora, pasando desde La Mareta a Sevilla.
-Tendrá que aceptar, como consciente contribuyente, que el “ser superior” se traslade en Falcon y Superpuma, se rodee de un séquito en tierra como si fuera el líder del mundo mundial. Y lo más importante, que toda esa información sea considerada “material sensible” hasta el punto de convertirse en “secreto de Estado”.
-Si usted se aprecia en algo en calidad de demócrata, tendrá que aceptar que el jefe del Gobierno desprecie las acusaciones fundadas que hablan de operaciones económicas raras entorno a la empresa familiar de los Sánchez.
-Paralelamente, si en algo aprecia el sentido “progresista” de la existencia, impedirá que se pregunte parlamentariamente al presidente por los gastos pagados a lobbys o agencias amigas vendehúmos para su promoción personal interna o internacionalmente.
-Si en algo aprecia el hálito democrático se abstendrá cualquier ciudadano en su sano juicio de osar discutir los aciertos históricos en materia de memoria, según la cual, quien perdió una guerra la ganó.
-Si en algo aprecia el común de los mortales la justicia y el agradecimiento, no se puede escatimar el hecho histórico de la vacunación masiva contra el virus que se debe sólo y únicamente a una gestión sin igual e inmarcesible del caudillo Sánchez.
-No será usted un buen patriota si al levantarse una mañana ve, y lo dice, colas del hambre, pobreza energética en los hogares españoles o desempleo. En el imperio del conducator todo eso ha desaparecido.
El listado de mercedes que los ciudadanos españoles esquilmados por la megalomanía de un primer ministro, podría ser inacabable. Por todo ello, al iniciarse el incierto 2022, recomiendo a mis compatriotas la compra masiva de orejeras, la adquisición por millones de aplausómetros, dejar en el rincón de cada hogar español el sentido común y mucho más el sentido crítico. Esto último se ha convertido en un ejercicio de riesgo.
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