Pumpido satisface a Sánchez y consuma su traición a la Constitución

Pumpido
  • Graciano Palomo
  • Periodista y escritor con más de 40 años de experiencia. Especializado en la Transición y el centro derecha español. Fui jefe de Información Política en la agencia EFE. Escribo sobre política nacional

Impunidad por votos para mantenerse en el poder. No hay otra. Sólo cabe esperar que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea mande al carajo la autoamnistía que se ha dado Sánchez al procés gracias a su control del TC vía Cándido Conde-Pumpido.

En efecto. Irreductible al desaliento y al propio sentido común, el presidente del Tribunal Constitucional, el gran y decisivo edecán con toga (repleta de polvo) que Moncloa puso con calzador, ha perpetrado lo exigido, pateando la Carta Magna que a partir de ahora va a poner patas arriba muchas cosas decisivas para el mantenimiento del Estado de Derecho.

Me descarallo de risa cuando oigo y leo que los seis magistrados «progresistas» han aprobado la amnistía política. ¿Progresista es acaso romper la igualdad entre españoles? ¡Por favor! Un poquito de pudor. Dejen de tomarnos el pelo día sí y noche también. Fue el propio Pedro Sánchez y la totalidad de los miembros de su gobierno dijeron en su día que la amnistía para los golpistas catalanes era algo tan impensable como «imposible». Incluido, el hoy magistrado y entonces ministro de Justicia, Juan Carlos Campo. ¡Qué verguenza!

Todo el argumento que al TC se aferra es que la «Constitución no lo prohíbe expresamente». Hace falta ser ignorantes, sectarios y dadivosos. Un TC roto, dividido, profundamente degradado en el pensamiento de una inmensa mayoría de los españoles. ¡La gran mentira! Por siete votos rumbo a lo desconocido.

¿Se puede acaso poder creer algo que afirmen estos sujetos sin dignidad y sin palabra? Cuando el Tribunal Superior de Justicia de Europa (TSJE) ponga fuera de combate lo que el pasado jueves perpetró el Constitucional español,

Sánchez no será primer ministro y todos los que han abrasado su conciencia estarán probablemente en el averno. Pero la Historia será su purgatorio, porque entre otras cosas, se ha negado a sí mismo con argumentos infantiles e impropios de gentes de derecho, sin olvidar que el coautor de la ley fue Gonzalo Boye, abogado del gran prófugo.

Sánchez y todos los que le rodean chapotean hoy en medio de una enorme cloaca de detritus amarillo. Tengo, sin embargo, para mí, que la mayor corrupción de todas por el daño colectivo es, sin duda, que el TC haya avalado la autoamnistía que se concedió así mismo el presidente más letal, como mínimo, desde 1977.

Hay días en los que pertenecer a una nación histórica y a una colectividad líquida como la actual no conduce a otra salida que al bochorno, la desazón y el oprobio. Una ley espuria.

La Historia los juzgará… con nombres y apellidos.

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