Sánchez lo sabía todo: Ábalos y Cerdán no se atreven con el «jefe»

La pregunta del millón y que todo el mundo se hace: ¿conocía Pedro Sánchez los tejemanajes de sus personas de confianza? La respuesta es de cajón. Hasta la ex novia de José Luis Ábalos ha certificado que al domicilio del ex ministro llegaban emisarios de Pedro Sánchez a ofrecer todo tipo de dádivas (entre las que se incluía un contrato de trabajo en el despacho de Pepiño Blanco) con tal de que el putero socialista mantuviera la boca sellada.
Los grandísimos corruptos socialistas que se han hecho famosos estos últimos meses, campean un día entre la desesperación personal, al día siguiente se abrazan a ridículas mentiras/contradicciones y, finalmente, al tercer día, reniegan de ellos mismos. Un espectáculo propio de mafiosos cobardes que no aceptan que han sido desenmascarados entre la pitada de los contribuyentes a los que han robado el dinero que teóricamente entregaron para sanidad y educación.
Ni Ábalos, ni Cerdán, ni Koldo (ya veremos cómo se conducen el resto de los imputados) han sido capaces de vencer el miedo brutal que les infunden «el uno». Conocen cómo se las gasta el marido de Begoña Gómez, que todavía tiene todo el poder en sus manos, y ello les produce canguelo insuperable. Al contrario de lo que sucede con su antiguo amigo y socio, Víctor de Aldama, los ex secretarios de Organización PSOE y al antiguo portero de puticlubs andan remisos a cantar.
El tiempo para poder pactar con la Fiscalía Anticorrupción se acaba, entre otras razones, porque la UCO apenas les necesita ya. Los testimonios dentro de la mafia respecto a que Sánchez supo todo (y lo continúa sabiendo) se van amontonando. También puertas afuera. Es aplicar el mero sentido común. No se puede entender esa resistencia numantina que, finalmente, tendrá que rendirse.
Ya saben el dicho agustiniano: frente a HECHOS no caben ARGUMENTOS. Los próximos HECHOS (UCO) se llevarán por delante a los (as) obvio…