Peajes en autovías: el ‘regalo’ envenenado del sanchismo

La venganza que tiene preparada Pedro Sánchez contra los madrileños es de aúpa. Pese que el presidente del Gobierno negó tajantemente en su cara a cara contra Feijóo que fuera a imponer el cobro de peajes en las autovías españolas y acusó al candidato del PP de mentir, el propio director general de la DGT, Pere Navarro, se ha encargado de reconocer que Feijóo estaba en lo cierto y que Sánchez volvió a faltar a la verdad. Lo que no se ha dicho es que esa decisión afectará sobre todo a la Comunidad de Madrid, con cerca de 500 kilómetros de autovías. Madrid cuenta a día de hoy con 2.500 km de carreteras, de las cuales 483,8 km son autovías, por las que, dentro de cinco meses y medio, con el nuevo año, serán los madrileños los que en mayor proporción tendrán que rascarse el bolsillo. Eso si un nuevo Gobierno no desactiva el regalo envenenado del sanchismo. De acuerdo con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España es preciso «desarrollar un sistema de pago por uso de la red de vías de alta capacidad que permita cubrir los costes de mantenimiento e integrar las externalidades negativas del transporte por carretera como sucede en el resto de infraestructuras». El Gobierno de Ayuso, que se las veía venir, ya alertó hace meses de este cobro y denunció que Madrid será la comunidad más perjudicada. Esto del peaje es una estafa, porque los españoles ya pagan con sus impuestos las autovías que Sánchez quiere cobrar ahora dos veces. Lo malo es que Sánchez ya se ha comprometido con la UE a que los conductores paguen por circular por las autovías, de modo que viajar de Salamanca a Madrid tendrá un coste aproximado de 12 euros, por los 32 que costará un viaje Madrid-Málaga. Ir de Valencia a Murcia costaría 13 euros y hacerlo de Zaragoza a Barcelona supondría gastar 18 euros. Sánchez se irá, pero esto es lo que nos deja en herencia.