¿De dónde saca Óscar Puente ‘pa’ tanto como destaca?

Casualmente, una de las personas que aparecía con el alcalde socialista de Valladolid, Óscar Puente, en un yate en Formentera durante las pasadas vacaciones, cuando su ciudad estaba bajo estrictas medidas de reducción de movilidad por el coronavirus, es el empresario Sergio Zaitegui, que alquiló la carísima embarcación (6.000 euros por dos jornadas) y que meses antes fue agraciado con un contrato de casi 200.000 euros para material sanitario por el ayuntamiento vallisoletano. Como informó OKDIARIO, Óscar Puente se fue de vacaciones en plena escalada de la pandemia, justo cuando su ciudad se encontraba de nuevo en Fase A. Desde un punto de vista ético, la larga escapada estival de Puente ya dejaba mucho que desear, pero que pasara las vacaciones a cuerpo de rey con un empresario beneficiado por un suculento contrato municipal ya no es sólo una cuestión de nula moralidad política, sino que se presta legítimamente a la sospecha.

La estrecha relación personal entre Puente y el empresario Sergio Zaitegui  se evidencia en las imágenes: paseos en barco, suculentas cenas en restaurantes caros. Y se complementa con lo que escribió una de las personas que compartió yate con el empresario y el alcalde: «Gracias Sergio por el día que nos has dado. Como siempre, un crack».  El alcalde de Valladolid tendrá que explicar con carácter de urgencia si sus carísimas vacaciones fueron costeadas, en todo o en parte, por el empresario Zaitegui, el mismo al que adjudicó meses antes un contrato millonario. Por mucho menos -unos trajes- al ex presidente de la Generalitat valenciana Francisco Camps le sentaron en el banquillo acusado de cohecho impropio y la izquierda y sus terminales mediáticas le arruinaron su carrera política. Qué casualidad: los 6.000 euros del alquiler del yate de 20 metros equivalen al 3% de los 200.000 euros del contrato adjudicado.

Más allá de la obscenidad política que supone que Puente se fuera de vacaciones en pleno rebrote de la pandemia en su ciudad, lo que hay que investigar es si sus carísimos días de descanso en Ibiza fueron sufragados por el empresario Zaitegui en agradecimiento por el contrato que le adjudicó el alcalde. Porque si así fuera ya no estaríamos ante una cuestión ética y estéticamente criticable, sino que entraríamos de lleno en el ámbito penal.