No ha habido ministro de Hacienda peor y más dañino que Cristóbal Montoro

En 2016, el entonces ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aprobó por la vía del ordeno y mando un decreto que modificó diferentes aspectos del Impuesto de Sociedades para recaudar más impuestos de las empresas para afrontar la crisis económica. Aquello fue el clásico navajazo por la espalda de un ministro que se caracterizó por utilizar la Agencia Tributaria como arma personal de defensa contra cualquier crítica o reproche a su gestión. Una utilización perversa de un organismo público que convirtió en azote de todo aquel que osara cuestionarle. Empresas, medios de comunicación, políticos, periodistas y profesionales de la práctica totalidad de sectores sufrieron en sus carnes el acoso del Ministerio de Hacienda de Montoro, que pasará a la historia por ser el titular de este departamento que más daño causó a la sociedad española en su conjunto.

Pues bien, el Tribunal Constitucional va a declarar por unanimidad la inconstitucionalidad de la reforma del impuesto realizada por Cristóbal Montoro en 2016, atendiendo así los argumentos de un recurso presentado por la empresa Globalia. Cómo será la cosa que en un Tribunal Constitucional partido en dos mitades la cacicada del ministro de Hacienda de Mariano Rajoy ha logrado aunar en su contra a progresistas y conservadores. Consenso total.

Miles de empresas se vieron negativamente afectadas por los efectos de un decreto que ahora va a declararse contrario -ahí es nada- a la Constitución. La decisión del Constitucional supone un varapalo en toda regla a la caudillista gestión de un ministro que se saltó la ley, pero la sentencia limitará sus efectos a las compañías que hayan presentado algún recurso o alguna acción judicial, de modo que sólo ellas podrán recuperar los impuestos pagados injustamente de más. Es algo similar a lo que ha sentenciado el Constitucional en otras cuestiones, como la plusvalía municipal. En cualquier caso, sirva el pronunciamiento unánime del TC para retratar al causante del destrozo: Cristóbal Montoro, el peor y más nocivo ministro de Hacienda que se recuerda.