Madrid
Aceite de oliva

Ni Jaén ni Córdoba: está al lado de Madrid y es la ruta que conquista a los amantes del aceite de oliva

El aceite de oliva es sin duda, uno de los grandes pilares de nuestra gastronomía. Y cada vez son más las personas que se apuntan a conocer el modo en el que se elabora, y aunque siempre se mencionan lugares como Jaén o Córdoba para visitar aquellos espacios en los que la elaboración de nuestro oro líquido es protagonista, también Madrid cuenta con una ruta del aceite de oliva cuyo interés está creciendo. Cerca de la capital, de hecho, existe un territorio que lleva siglos cultivando olivos y produciendo un aceite con identidad propia.

De este modo, si estás buscando un buen plan que esté relacionado con el aceite de oliva no te puedes perder la nueva Ruta Oleoturística de la Comarca de Las Vegas y la Alcarria. Un recorrido pensado para conocer de cerca cómo se hace el aceite de oliva, pero además una ruta que invita a experimentar sin prisas, que conecta pueblos, tradiciones y experiencias en torno al aceite de oliva virgen extra madrileño. Sin duda, un plan distinto que demuestra que el turismo rural también puede tener sabor propio y memoria y por el que apuesta la Comunidad de Madrid. Conozcamos todos los detalles, y cómo hacer esta ruta en la que nuestro aceite es el gran protagonista.

Está al lado de Madrid y es la ruta que conquista a los amantes del aceite de oliva

La ruta dedicada al aceite de oliva, nace de un trabajo conjunto entre la Comunidad de Madrid y la asociación Aracove, con la idea de poner el foco en un territorio que muchas veces pasa desapercibido. No se trata sólo de atraer visitantes, sino de reivindicar una forma de vida ligada al campo y a un producto que lleva siglos formando parte del paisaje madrileño.

El recorrido atraviesa doce municipios del sureste de la región, todos con una relación directa con el olivo. Brea de Tajo, Campo Real, Carabaña, Chinchón, Colmenar de Oreja, Loeches, Tielmes, Titulcia, Perales de Tajuña, Valdilecha, Villaconejos y Villarejo de Salvanés dibujan un mapa que se puede recorrer cuando nos apetezca, ya que no establece fechas concretas.

De este modo podemos hacerla en un momento concreto, en el que tengamos tiempo o incluso repetirla a lo largo del año para ir acompañando al olivo. Así, en otoño, permite ver el vareo tradicional; en los meses de invierno, acercarse al momento clave de la molturación; y en primavera, pasear entre olivos en plena floración. Todo pensado para que el visitante entienda el proceso completo, desde el árbol hasta el aceite, sin prisas y con contexto.

Y en el caso de que hagamos la ruta durante la recogida, seremos testigos de como se sigue trabajando de manera tradicional en muchas fincas, mientras que en las almazaras se explica el proceso tal y como ocurre. En otros momentos del año, el protagonismo lo toma el paisaje, la relación con el entorno y la forma en la que el olivo ha condicionado la economía y la vida diaria de estos pueblos.

Catas, talleres y actividades complementan el recorrido, siempre con un enfoque cercano. No hace falta saber de aceite para disfrutarlo. La idea es justo la contraria: acercar el aceite madrileño tanto a quien ya lo valora como a quien empieza a descubrirlo ahora, sin discursos técnicos innecesarios y con mucha experiencia real.