Opinión

Lealtad constitucional y sentido de Estado del PP en Barcelona

El PSOE ha logrado la Alcaldía de Barcelona al apoyar el PP in extremis al candidato socialista, Jaume Collboni, al cumplirse la condición de que Ada Colau y los comunes quedaran fuera del Ejecutivo municipal. Es posible que haya quien considere que el socialismo no se merecía el favor, pero lo cierto es que los populares han obrado con sentido de Estado y lealtad constitucional -no por el PSOE, sino porque la alternativa real a Collboni era Xavier Trias, una extensión del golpista Puigdemont vinculado a la corrupción-, algo que le honra como partido. Collboni encarna, además, ese perfil socialdemócrata y moderado que ha quedado maniatado a manos del sanchismo, por lo que la decisión de los populares era la mejor. Entre Collboni, liberado del populismo radical de Colau, y Trías la opción era clara.

De modo que el PP ha acertado al impedir que el separatismo controlara el segundo consistorio de España. Es lo mismo que ha hecho en ayuntamientos como Vitoria, donde ha contribuido a que los etarras de Bildu no lograran su objetivo de alcanzar la Alcaldía. Y es que por mucho que Sánchez haya abdicado de la lealtad constitucional y el sentido de Estado que deberían guiar a cualquier presidente del Gobierno de España, el PP ha demostrado con estos gestos políticos que su compromiso con la dignidad democrática y la Constitución no está en venta. La lección del PP de Feijóo a Pedro Sánchez es esa: España y el interés nacional están por encima de las bastardas maniobras del sanchismo. En Barcelona, el alcalde será el socialista Collboni gracias al PP. No podía ser de otra manera, porque si los populares se hubieran lavado las manos el alcalde de la Ciudad Condal sería un títere de Puigdemont con un pasado más que oscuro. En situaciones como esta es cuando se calibra el verdadero sentido de Estado de unos y otros. Que el PSOE de Sánchez no lo tenga no significa que los populares no hayan acertado al aupar con sus votos a un socialista moderado en un Ayuntamiento donde, además de los golpistas, también ha salido derrotado el populismo que encarnaba Ada Colau