Feminismo liberal
Ciudadanos presentó el pasado sábado 2 de marzo el manifiesto del feminismo liberal. No hay nada en él que las mujeres y los hombres de este partido no conozcamos, no practiquemos o no defendamos. Nuestro manifiesto es la definición de igualdad real y efectiva entre todos. Una lucha por el reconocimiento de la mujer, la conciliación o la corresponsabilidad que nos compete a todos y que necesita el reconocimiento y el apoyo de toda la sociedad. Eso es el feminismo liberal, el feminismo no excluyente, que no cae en la guerra de sexos y que no quiere apartar a nadie, sino que cuenta con todos para avanzar. Para enfrentar a hombres y mujeres, que no cuenten con nosotros.
Feminismo no es decir “portavozas”, es aplicar políticas públicas que den oportunidades a todas esas mujeres trabajadoras, científicas, historiadoras o políticas que durante años han sido invisibilizadas. Feminismo no es poner a tres hombres delante de un cartel morado que reza “Nosotras”, es impulsar la ampliación de las bajas de paternidad y maternidad como ha hecho Ciudadanos para no tener que elegir entre vida personal y carrera profesional. Feminismo no es el postureo de Podemos repartiendo carnés de buenos y malos mientras promociona la vuelta del mesías Iglesias como líder supremo, sino aprobar medidas reales para que las víctimas de la violencia machista salgan a la calle sin medio.
Por eso, no vamos a consentir que nadie se apropie de nuestra voz. No vamos a renunciar a dar la batalla contra la izquierda radical que pretende decirnos cómo vivir, cómo pensar y cómo ser “buenas mujeres”. Estamos convencidos de que la mejor manera de acabar con los estereotipos de género y con la demagogia que intenta invadir nuestro espacio vital es la educación. El feminismo liberal pone la educación en el centro para erradicar la violencia contra la mujer de raíz. Pero no con talleres esporádicos en los colegios e institutos a los que los estudiantes asistirán con mucha ilusión y poco a poco olvidarán, no. La educación en igualdad debe ser continua, hasta que consigamos no tener que poner parches, sino enorgullecernos de una futura sociedad sana y, sobre todo, libre.
Una sociedad donde no existan los techos de cristal que por desgracia sufrimos las mujeres en la maternidad. Una sociedad donde no tengamos que elegir entre nuestra carrera profesional y nuestra vida personal. Una sociedad donde no nos violen, donde no tengamos que decirnos al oído “yo sí te creo”, una sociedad donde no nos asesinen, una sociedad donde no coarten nuestra libertad. Una sociedad donde no se fomente un absurdo odio entre sexos, sino una lucha conjunta por la igualdad. Ese es nuestro camino.
Esther Ruiz es portavoz de Mujer de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid.