La desvergüenza de los gastos de Sánchez

Como un escarnio, una vergüenza o una procacidad. Así es como han calificado desde el PP y Ciudadanos la información oficial que se ha dado desde La Moncloa sobre los gastos que produjo el desplazamiento al FIB de Benicàssim de Pedro Sánchez, su mujer Begoña Gómez y, probablemente, su perrita Turca.

Una procacidad que no se va a castigar porque Sánchez ha ocultado el coste real de sus viajes, no esos 283 euros que dice que ha gastado, el coste total solamente con el desplazamiento al aeropuerto de Castellón asciende a 12.000 euros, nada más y nada menos. Al menos, el PP ya ha pedido la comparecencia del responsable del Portal de Transparencia.

Es una vergüenza, esto es algo que no ocurre en ningún lugar del mundo. En otros países estos gastos personales se tienen muy en cuenta y, además, están terminantemente prohibidos por la ley. En España, ya hemos visto que no está ni prohibido ni reprobado y eso hace crecer aún más la desvergüenza del señor Sánchez.