Cuando la UE montó en cólera contra Sánchez

Cuando la UE montó en cólera contra Pedro Sánchez

Nuestro mocetón presidencial ha perdido definitivamente el oremus. Como mintiendo y manipulando no le ha ido mal personalmente durante tres años ininterrumpidos, ha terminado por convencerse de que puede continuar reeditando su morterada de engaños aquí y acullá.

La última no tiene, sin embargo, parangón. Suma y sigue. El pasado 25 de enero, Moncloa había remitido a la cadena amiga, La Sexta, una carta de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en la que supuestamente felicitaba a Sánchez por la gestión de los fondos Next Generation. ¡Los bombos, fanfarrias y platillos retumbaron desde Finisterre al Cabo de Gata! Pedro, el campeón, obsesionado por las denuncias ciertas de la oposición respecto a las alcaldadas perpetradas con ese dinero, intenta utilizar ad hominem una “felicitación” de la jefa europea en su guerra continuada con Pablo Casado.

Las mentiras, dicen, tiene las patas cortas; no estoy muy de acuerdo con la aseveración. Hay engaños manifiestos que permanecen siglos y siglos en los anaqueles de la Historia. En esta ocasión, la manipulación de un escrito remitido desde Bruselas queda en evidencia, produciendo un nítido sonrojo patrio que, al mismo tiempo, se convierte en metralla para que aquellos mandamases conozcan el alma de su par español.

“Fue una mera carta de cortesía», subrayan desde los aledaños de Von der Leyen, la misma que se ha remitido al resto de jefes de Gobierno de los países que integran la Unión… «Con la única pretensión de excitar a los mandatarios a que ejecuten con rapidez, eficacia y precisión el importante montante económico que la UE pone en sus manos…”

Como en tantas ocasiones ha ocurrido, la aclaración de Bruselas sólo ha visto la luz en muy contados medios. El sanchismo mediático es como un leviatán de colmillos retorcidos que reparte vidas y haciendas. “O conmigo o contra mí…”

El conglomerado progubernamental cada vez se va pareciendo más a la muchachada de Frank Underwood en la celebrada serie House of Cards, incluso, en los acreditados 1.200 abusos en lo relativo al Portal de Transparencia por parte de Sánchez y sus chicos; cualquier abuso y exageración, por ejemplo, en la tocante y tomante utilización de caudales públicos se convierte ipso facto en “Secreto de Estado”. Ni siquiera hemos sabido cuánto costó al contribuyente el famoso viaje de la vicepresidenta Díaz en su “histórica” visita al Papa Francisco, por no citar los gastos personales cotidianos del señor presidente.

Luego, llegó lo de la filtración a un periódico progubernamental e irreconocible de documentos secretos de la NATO. Todo para que, al final, Putin te ponga en su radar y te amenace.

Decididamente, Kevin Spacey, libre ya judicialmente de las denuncias por acoso, debería ir pensando en protagonizar una serie política a la española. A Sánchez, le haría inmensamente feliz. Pedro se merece ser feliz, aunque sea a base de acumular detritus.

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