Cuando las barbas de tu vecino veas pelar…
Pese a que el Gobierno ha prometido que no habrá reducción de sueldos de los empleados públicos, Renfe ya ha trasladado su intención de reducir la paga de productividad de sus trabajadores en un 80%. La empresa pública, dependiente del Ministerio de Transportes, pretende dejarla en un 20% del total que han disfrutado sus empleados tradicionalmente, tal y como denuncia el sindicato CSIF. Esa medida implica un golpe de entre 2.000 y 2.500 euros anuales de media. Para 2021, la compañía se compromete a dejar el recorte de la productividad en el 50%, lo que significa que, en el mejor de los casos, los trabajadores verían recortada su productividad a la mitad.
Es un recorte de sueldos en todo regla que afectará, incluso, a los empleados que han estado trabajando durante el estado de alarma de forma presencial y expuestos al virus. Renfe se convierte así en la primera empresa pública que aplica recortes salariales a sus trabajadores, algo que, obviamente, genera una gran inquietud entre funcionarios y empleados públicos.
La situación actual de la economía española es trágica, pero el Gobierno trata de minimizar la gravedad asegurando que el próximo ejercicio repuntará con fuerza para volver a la senda de crecimiento económico sostenido. Son ganas de hacerse trampas al solitario, porque el PIB caerá más de diez puntos y el déficit alcanzará los dos dígitos, como sostienen la práctica totalidad de organismos nacionales e internacionales, mientras la deuda rebasará con creces el 100 por 100 del PIB y el paro superara el 20%. Y en ese escenario, el Ejecutivo socialista insiste en aumentar el gasto público. La realidad es tozuda y desmontará la entelequia socialcomunista.
El escudo social del que presume el Gobierno no es más que una frase hecha, muy pomposa, pero falaz. Por mucho que Sánchez se esfuerce en subrayar que los fondos de la UE saldrán prácticamente gratis, lo cierto es que el dinero prestado -una cantidad colosal- habrá que devolverlo y Bruselas pondrá a España condiciones, porque esto no es una barra libre. Sánchez lo sabe, pero al tiempo trata de falsear la realidad y promete que no habrá recortes. Pues aquí está el primero. Cuando las barbas de tu vecino veas pelar… Por cierto, Pedro Sánchez, con la que está cayendo, sigue sn bajarse el sueldo. Eso es predicar con el ejemplo.