Casado muestra la política económica que necesita España

Casado muestra la política económica que necesita España

Tras varios meses de trabajo, el PP ha iniciado este lunes una convención política a lo largo de toda España, que ha comenzado en Santiago de Compostela, que concluirá el domingo en Valencia y que pasará también por Valladolid, Madrid, Sevilla y Cartagena. En cada una de las sesiones, se desgranará la alternativa que propone el Partido Popular al Gobierno del presidente Sánchez en los diferentes ámbitos. En todas ellas, participará Pablo Casado y contará con líderes internacionales, especialmente europeos e iberoamericanos, como Aznar, Sarkozy, Rajoy, Tusk, Tajani, Durao Barroso, Calderón, Pastrana, Rasmussen, Kurz, Mitsotakis, Schinas o Vargas Llosa, entre otros.

Pues bien, la primera de ellas, la antes mencionada jornada en Santiago, ha tenido como tema la economía, bajo el título “Libre mercado y propiedad privada”, en la que han participado destacados economistas -que se completará el viernes en Cartagena, donde se abordará la parte de pensiones-. En esta sesión del lunes, se ha hablado de empleo, competitividad, reformismo, de la cuarta revolución industria, de la sostenibilidad y del crecimiento, bajo el prisma liberal-conservador.

Con ello, Pablo Casado deja bien claro cuál es su guion en política económica, que se basa en impuestos bajos, menor burocracia, modernización de la Administración, flexibilidad laboral para aumentar la contratación, apuesta por la mejora en la formación de estudiantes y trabajadores y seguridad jurídica. Todos ellos, son los pilares sobre los que los populares articularán su propuesta económica.

Esta posición es de enorme relevancia, pues la política económica de un país es sumamente importante. A través de ella, perfilada en los presupuestos generales, se diseña qué orientación se le quiere dar a la actuación política en economía y, con ello, qué marco económico se quiere trazar para que las relaciones económicas se materialicen.

La economía española, que tiene unos estructurales sólidos, sin embargo no puede arriesgarse a deslizarse por la vía fácil del gasto público incontrolado, como sucede ahora, porque el llegar a crear una estructura económica fuerte ha costado mucho después de la destrucción que sufrió con las decisiones económicas internas de 2005 a 2011, que la dejaron muy maltrecha. Se estabilizó y fortaleció después, pero ahora, con un crecimiento importante del endeudamiento durante el último año, hasta llevar a la deuda al entorno del 120% del PIB, no hay margen alguno para que dicha deuda siga creciendo.

Por eso, es muy importante la política económica que se elija. Puede ser bueno para ello el recordar qué se sufrió entre 2009 y 2014 derivado del escenario provocado entre 2005 y 2011, a partir de mucho gasto y elevada deuda. Con todo esto, debemos preguntarnos qué política económica necesita España. ¿Una política de gasto e impuestos altos? ¿Una política de eficiencia en el gasto e impuestos bajos? ¿Una política de proteccionismo u otra de eliminación de trabas e incentivo al comercio internacional?

Ahí es donde se mueve la decisión y ahí es donde cobra gran importancia la propuesta de Casado, pues España siempre ha prosperado cuando se han realizado reformas profundas, cuando el gasto se ha contenido y se ha centrado en lo esencial, y cuando se ha aplicado una política de bajada neta de impuestos, siempre que sea posible, acompasada a la circunstancia económica, para dejar más recursos a los ciudadanos y empresas, que son los que generan la actividad económica y el empleo. Del mismo modo, las mejores épocas de prosperidad de la economía española han tenido lugar cuando España se ha abierto más al exterior, y las peores, cuando más se ha cerrado. Es decir, España ha prosperado más cuando en la economía se ha aplicado el liberalismo clásico o europeo que propone Casado.

No hay una única política económica, sino que existe una, que defiende un gasto creciente, impuestos altos y proteccionismo, más cercana a las ideas de la izquierda; y otra, mas próxima a las ideas liberal-conservadoras, que apuesta por gasto eficiente y controlado, centrado en lo esencial, impuestos bajos, eliminación de trabas, modernización, seguridad jurídica, formación y apertura al exterior, que es la que ha presentado este lunes Pablo Casado, que es la que la experiencia contrastada muestra que proporciona más prosperidad. Distintas políticas dan distintos resultados.

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