Campo de batalla «Gran Vía»
Éste es el dilema al que abocan a todos los madrileños. El campo de batalla de la política municipal madrileña se traslada estas Navidades a la Gran Vía. “Populistas” y “populares” han hecho lo imposible por obtener rédito la cuestión. Ambos realizan un ejercicio de simplificación para hacerlo entendible y obligar al madrileño a posicionarse de un lado o de otro. Lo malo es que todo este “circo político” no beneficia a los ciudadanos ¿Por qué?
Cualquier cambio que afecte a los desplazamientos de las personas para ir trabajar, estudiar o disfrutar de su tiempo libre requiere un proceso de adaptación, es decir, un “aterrizaje suave”. Pretender romper con todo de la noche a la mañana sólo genera una fuerte controversia entre los madrileños. Todos perdemos cuando Carmena fuerza medidas que confrontan a los ciudadanos.
El operativo navideño de tráfico en el Centro nació con ganas de provocar. Sólo así se explica que la medida se concibiera unilateralmente y que los tribunales de justicia hayan corregido de forma significativa las instrucciones iniciales de Carmena. Es normal que se hable de esta medida, no sólo porque sea de la factoría de Podemos-Ahora Madrid, sino porque es drástica: se aplica durante 30 días entre diciembre y enero; está activa las 24 horas del día; y técnicamente es muy discutible en algunos aspectos (reducción de 6 a 2 carriles en Gran Vía, sistema de señalización con vallas, instrucciones arbitrarias para controlar el acceso, etc.)
El problema de todo ello es que si te atreves a hacer una sola crítica, te tildan de “cochófilo” o irresponsable, y eso es lo más bonito que te pueden decir. Da igual que estés de acuerdo en la necesidad de aplicar medidas preventivas, mejorando la situación de otros años, en los que se improvisaban los cortes cuando no podía garantizarse la seguridad de los viandantes. Parece que todos tenemos que estar de acuerdo con su “formas y maneras”
¿Qué hubiera hecho al frente de Movilidad? Inicialmente me hubiera sentado meses antes con las partes interesadas y afectadas. En segundo lugar, hubiera planificado las medidas con proporcionalidad, entendiendo que hay que dejar un plazo de tiempo para adaptarse a los cambios. En tercer lugar, coordinar con la Comunidad de Madrid un aumento del transporte público. Así, la idea de recuperar la iniciativa de más Gran Vía para los peatones en “domingo” podría ser un buen punto de partida. Y en último lugar, hubiera informado y explicado las medidas mejor y el motivo que me llevan a tomarlas. Para tomar esa decisión un político mínimamente coherente debe seguir para no causar el caos. Ahora les pregunto a todos los ciudadanos si la decisión tomada por “Carmena y los suyos” ha sido negociada, planificada con proporcionalidad y bien informada a los madrileños.
Lo peor de todo es que terminarán los cortes navideños y el “circo” se moverá a otro lado. Los miembros de Ahora Madrid continuarán con prisas por parecer que hacen algo y otros continuarán fustigando porque los otros hagan algo. Mientras tanto, Ciudadanos continuará trabajando para que las decisiones políticas adoptadas beneficien a todos los madrileños. A diferencia de otros, trabajamos para sumar y no para dividir.
* Sergio Brabezo es concejal de Movilidad del Grupo Municipal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid
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