De aval en aval hasta el saqueo final
Al final queda claro que la trama de empresas próximas al que fuera asesor del ex ministro de Transportes José Luis Ábalos consiguió introducirse en la Administración y en distintos gobiernos autonómicos controlados por el PSOE gracias a que todos y cada uno de los organismos que contrataron dieron el visto bueno al material recibido, fuera cual fuera su estado. La cuestión nuclear para los comisionistas es que todos le dieran su aval, algo que les permitía seguir haciendo negocio. Baleares, Canarias, el Ministerio de Interior y de Transportes, entre otros, dieron su conformidad poniendo el acento en que la mercancía había sido suministrada correctamente en tiempo y forma, todo un espaldarazo a su plan. La empresa para la que intermediaba Koldo García recibió el visto bueno del entonces ministro de Sanidad, Salvador Illa, para optar a su megacontrato de 2.500 millones sólo por los avales que le habían firmado el Gobierno de Francina Armengol, el Ministerio de Transportes de José Luis Ábalos y el Ministerio del Interior de Fernando Grande-Marlaska.
Los criterios del Ministerio de Sanidad para acreditar la «solvencia» de las empresas participantes eran escuetos, según la documentación del contrato consultada por OKDIARIO. En lo relativo a la «solvencia técnica», uno de los requisitos clave, apenas se exigía a la empresa presentar la «relación de los principales suministros de igual o similar naturaleza realizados en los últimos tres años, incluyendo importe, fechas y el destinatario público o privado de los mismos». He aquí la clave: para ello sería suficiente con aportar los «certificados expedidos o visados por el órgano competente» o, en el caso del sector privado, un certificado o «declaración del empresario». Por entonces, ya se había detectado material defectuoso en las partidas de mascarillas suministradas por la trama ahora investigada, tanto en Transportes como en Baleares y Canarias. Daba igual: se movían como pez en el agua gracias a ese ‘efecto dominó’ consistente en que un organismo los recomendaba ante otros y esos otros hacían lo propio con el siguiente. Conclusión: todos lo sabían, pero todos se amparaban en que venían avalados por otros organismos y departamentos. O sea, toda una trama sin barreras ninguna para moverse a sus anchas.