Por España, sólo por España

Por España, sólo por España

Pedro, comprendo que el momento lo pintaban calvo, pero la grandeza de un líder se demuestra en esos momentos y, cuando España tiene una expectativa económica favorable y se está intentando dar un golpe de Estado, no puedes estar en quítate tú para ponerme yo, en busca de la pensión vitalicia de un presidente de cuarto de hora, vuelves a quedarte con el culo al aire y, además, no lo conseguirás. Tú, Mariano, no puedes, indignantemente, enrocarte en a mí no hay quien me mueva el sillón. Sabes Pedro que lo has hecho mal, sin apoyos, sin posibilidades, intentando arrastrar con la bandera de la limpieza que no tienes, no has tenido y, al paso que vas, no tendrás, para lucrar unos cobres. Rajoy se irá, pero tú, con este paso, te vas a escalabrar, pues dos y dos son cuatro y tú no llegas a tres, y el que se mete en la cama con niños, húmedo se levanta, y tu reunión es de guardería… no te quiero contar cómo te vas a alzar.

Si realmente la izquierda fuere capaz de quitarse los complejos que tiene con la unidad de España, su bandera y sus símbolos, asumiese que son valores de todos —incluso más de izquierda que de derecha— y los defendiese con el ardor que para otras cosas es capaz, a buen seguro que la situación actual sería muy diferente, pues resulta doloroso ver a Sánchez vendiendo España, negociando con terroristas, independentistas y concediendo pedazos de país a unos y otros con tal de estar 20 minutos en el machito y lucrar la pensión de presidente. Ya sé que la parálisis de Rajoy sólo se ha suspendido para hacer, en silencio y haciéndonos pasar por tontos, lo que, ahora con grandes gritos y mayores trompetas, hace Pedro, pero el tú más no me vale, cuando al final uno y otro venden mi patria.

A todo esto, aparecen los naranjas que se han pasado la vida de perfil y, ahora, unas veces muestran la diestra y otras la siniestra para intentar, nuevamente, sacar rédito de la estulticia de los otros dos y no son capaces de plantear lo que realmente precisa España, una confluencia de partidos que la defiendan, sin mociones, sin cambiar de presidencia, sin dar golpes de timón que sólo pueden causar daño y afrontar lo que resta de legislatura con la opción de que todos se regeneren por dentro y asumamos que somos los “perritos sin alma” los que necesitamos oxígeno para respirar de tanta ponzoña como todos, absolutamente todos, han creado. Mariano, si realmente amas España, vete de una santa vez, deja que tu partido pueda cambiar y limpiarse, afrontando los retos que le vamos a exigir los ciudadanos.

Pedro, no quieras correr, no te dejes ver el culete, quiere a tu partido, que como sigas así lo haces desaparecer, ama tu país y lucha en buena lid y sin atajos por cambiarlo desde tus planteamientos. Rivera, no sigas dando curvas, afronta el liderazgo, consolida tu formación repleta de niños sin futuro que acuden a la política a servirse y, si les dejas, acabarás como los demás, repleto de basura, pues el que se sirve hará lo que sea para seguir sirviéndose y ese es el germen de la corrupción. Canallas, ya hemos visto como pasáis de la pobreza al casoplón, de la motoreta al coche oficial, sed coherentes, sinceros y limpiad vuestras filas que, antes de llegar, ya se huele de lejos lo que portáis en el trasero y cuidad de España.

Lo último en Opinión

Últimas noticias