OkPlanes
Gran retrospectiva de una figura clave de la vanguardia española

El Reina Sofía dedica su mayor muestra a Maruja Mallo con 90 obras

El Museo Reina Sofía dedicará este otoño una amplia retrospectiva a Maruja Mallo, una de las creadoras más singulares de la vanguardia española. La exposición permanecerá abierta hasta el 16 de marzo de 2026, un plazo excepcionalmente extenso que permitirá al público asomarse a un conjunto de obras que habitualmente permanecen dispersas en colecciones públicas y privadas.

La institución ha reunido noventa trabajos, entre ellos lienzos, dibujos, cuadernos de notas, textos poco conocidos, documentos personales y varias piezas audiovisuales que ayudan a contextualizar su figura. El volumen y la diversidad de materiales permiten, por primera vez, seguir con precisión el recorrido intelectual y artístico de una mujer cuya presencia en los relatos oficiales del arte del siglo XX siempre quedó por debajo de su auténtica influencia.

Una figura clave de la Generación del 27

Aunque durante décadas su nombre aparecía mencionado casi de pasada, Maruja Mallo fue una artista plenamente reconocida por sus contemporáneos. Participó en proyectos culturales de gran visibilidad, colaboró con revistas emblemáticas y formó parte del mismo entorno creativo que voces literarias hoy indiscutibles de la Generación del 27.

Del realismo mágico al surrealismo: pasos de una evolución compleja

La exposición está organizada de forma cronológica, pero el visitante no se encuentra con un simple catálogo de etapas. Lo que se propone es observar cómo las preocupaciones temáticas de Maruja Mallo —la vitalidad de lo popular, la geometría escondida en lo cotidiano, la tensión entre realidad y sueño— van transformándose de acuerdo con los encuentros, lecturas y experiencias de cada momento.

En los primeros años predominan escenas vinculadas al realismo mágico, donde los objetos domésticos y las figuras humanas aparecen envueltos en una atmósfera que detiene el tiempo. Más adelante, su contacto con la Escuela de Vallecas la aleja de lo narrativo para adentrarse en un territorio más experimental, interesado en la estructura interna de las formas.

A partir de 1932, su relación con el Grupo de Arte Constructivo de Torres García abre una nueva etapa, más racional y atenta a la organización geométrica. Esa fase desemboca, casi de manera natural, en una aproximación personal al surrealismo, movimiento con el que Mallo mantuvo vínculos intensos antes de que la Guerra Civil interrumpiera abruptamente su trayectoria en España.

Una historia marcada por la guerra y el exilio

La muestra incorpora varios documentos que permiten seguir el impacto que tuvo el estallido de la guerra en su carrera. Maruja Mallo, como tantos otros artistas, vio cómo sus proyectos quedaban suspendidos y se vio obligada a abandonar el país. El exilio, aunque le permitió continuar trabajando, dificultó la circulación de su obra y contribuyó a que su figura quedara diluida en la historiografía posterior.

Los comisarios han querido poner el foco precisamente en ese punto: la distancia entre el protagonismo que Mallo tuvo en los años treinta y la escasa visibilidad que adquirió en décadas posteriores. El recorrido hace evidente que, de no haberse cruzado la guerra en su vida, su presencia en los relatos del arte europeo sería hoy muy distinta. Te dejamos el enlace para que saques las entradas y no te pierdas esta maravillosa exposición.

Cómo se llega al Museo Reina Sofía

Situado en la Calle de Santa Isabel, 52, junto a la estación de Atocha, facilita el acceso desde cualquier punto de la capital.

A punto de empezar la Navidad, te dejamos el enlace al Mercado de Navidad de la Plaza Mayor.