Porsche Cayenne, la historia de un coche que rompió la historia

El Porsche Cayenne es uno de esos modelos que ha roto moldes desde su llegada. Y eso ocurrió hace ya 14 años. Fue tres antes, en 1999, cuando Porsche confirmó que iba a romper con su historia y adentrarse en el segmento de los SUV. Lo que hoy vemos como algo normal, entonces fue tomado como una auténtica herejía. Ésta tiene ya dos generaciones, contando la segunda de ellas con un restyling que le hace continuar siendo una referencia entre sus competidores.

Nadie imaginaba un SUV Porsche, ni tan siquiera un Porsche de cuatro puertas. Menos aún que en el futuro fuera a incorporar tecnología híbrida y, ni de lejos, que fuera una referencia en autonomía, bajas emisiones y eficiencia. Porsche cambió su historia y, con ella, buena parte de la historia del automóvil. Del acierto de esta decisión lo dicen todo las cerca de 750.000 unidades producidas del Cayenne desde su lanzamiento.

El reto de Porsche con el Cayenne era reinventarse sin perder su esencia. Crear un SUV sin dejar de lado la deportividad típica de la marca. Y lo consiguió, ¡vaya si lo consiguió! El Porsche Cayenne debe ser capaz de llegar a cualquier parte y superar cualquier obstáculo en un ambiente todoterreno y, cuando se convierte en un coche familiar, ha de transportar con exquisito confort a sus ocupantes, sin olvidar el equipaje. El Cayenne es, desde su nacimiento, lujoso, rápido, capaz y muy cómodo en el día a día. Y todo ello, sin dejar de ser un genuino Porsche cuando hablamos de conducción y prestaciones. No en vano, un Cayenne Turbo S tiene el récord de un SUV en el viejo Nürburgring, con un tiempo por vuelta increíble que rebaja los 8 minutos. El Cayenne es un coche total.

El Cayenne es además un modelo de récord para Porsche. Ni los ingenieros más optimistas de la marca podían imaginar que éste sería el Porsche más vendido de la historia: más de 276.000 unidades en la primera generación y de 450.000 en la segunda. Más las que quedan, claro.

En la actualidad, el Cayenne se encuentra en la segunda evolución de su segunda generación. Son muchos los cambios que ha recibido y que hacen de este coche una completa demostración de la capacidad tecnológica y de diseño de Porsche, que en cada entrega sigue afinando y perfeccionando el modelo. La carrocería actual evoluciona con una imagen más atlética y deportiva, a la vez que elegante, presumiendo de incorporar rasgos de diseño creados para el espectacular Porsche 918. En la zaga se integran mejor todos los elementos, con un formato que incide en la deportividad del conjunto, reforzado por las imponentes salidas de escape de nuevo diseño.

Una vez en su interior, el reto de ser un genuino Porsche cobra una especial importancia, tanto por el diseño como por la deportividad y calidad tradicionales de la marca. Además contamos con un equipamiento de serie muy completo que incluye detalles como el sistema de monitorización de la presión de los neumáticos o el práctico y cómodo mecanismo de puertas de cierre suave, en el que el Cayenne de forma automática concluye la operación de cierre de las mismas.

La gama mecánica del actual Cayenne es otro ejemplo de que estamos ante un Porsche de los de toda la vida. La familia ofrece tres motores de gasolina, dos diesel y un híbrido. Con motor de gasolina se puede escoger entre los 420 CV del Cayenne S, equipado con un poderoso V6 de 3,6 litros, y los 520 o 570 CV del Turbo y Turbo S, respectivamente. En diesel la cifra de potencia oscila entre los 262 CV del V6 y los 385 del V8. El híbrido enchufable, que se denomina S-Hybrid, ofrece 416 CV. Así es el Porsche Cayenne, un vehículo que cambió la historia de una industria.