Giro de 180 grados en las etiquetas C: así es el sencillo trámite para obtenerla

Las etiquetas medioambientales son ya un elemento vital en las grandes ciudades.

Descubre el aviso urgente de la DGT.

Solución para conseguir la etiqueta ECO.

  • Juan Carlos Acero
  • Desde 2014 especializado en la redacción de contenidos y el marketing. Me encanta escribir sobre automoción y el mundo de la empresa. En mi carrera como redactor he escrito para multitud de medios especializados.

No es noticia ya para nadie la existencia de las controvertidas ZBE. Ya hace unos años que la Dirección General de Tráfico lo que hace es obligar a los automóviles a que tengan que comprar una etiqueta de cara a poder diferenciar su categoría energética.

El Gobierno dejó claro que todas las poblaciones con más de 50.000 habitantes debían tener su propia ZBE, pero la verdad es que están bastante lejos del objetivo. Hasta hace poco, en solo 19 municipios tenían dicha zona activa y lo que ocurría es que estaban en juego los fondos de Europa.

De igual forma, cada uno de los Ayuntamientos cuentan con libertades de cara a poder ponerlas e marcha. En el caso de Boadilla del Monte, se activó su ZBE, pero aquellos residentes con plaza de aparcamiento dentro no serán objeto de sanción, al igual que los vehículos que tienen carácter de esenciales.

¿Cómo es posible hacer el cambio de la etiqueta B a la C?

Bastantes conductores creen que las pegatinas de la Dirección General de Tráfico solo son adquiridas en base a la fecha en la que se ha matriculado su vehículo, algo que tiene su parte de verdad, pero que no es algo totalmente exacto. En este sentido, las etiquetas están relacionadas con la matriculación, pero tiene menos importancia, puesto que de cumplir con las nomas, los vehículos con las Euro IV, V, y VI, podrás tener la C sin que importe mucho el año.

Incluso puede darse la situación de que un vehículo que sea etiqueta B porque se matriculó antes del 2006, pero que si cumple con dichas normativas puede que obtenga la C. La DGT lo dice así, así que no dudes en comprobar si tu vehículo cumple con Euro IV, V o VI.

Aunque las tres normativas solo serán válidas para los turismos comerciales de gasolina, ya que los diésel van a tener solo la C cuando cumplan con la Euro VI.

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Coches circulando

Respecto a este tema, los vehículos ligeros que se encuentren en la categoría van a poder contar con la C cuando cumplan con la Euro III o la IV. En el caso de los de mercancías y los que tienen ocho plazas o más, con la exclusión del conductor, es posible obtener la etiqueta con la Euro VI, con independencia de que sean diésel o gasolina.

Una vez comprobado se va al concesionario del coche y se les pide el certificado de conformidad, que costará entre 90 y 150 euros, lo que es mejor que tener que comprar un coche nuevo con etiqueta C.

Una vez que obtengas el certificado, solo vas a tener que acudir a una oficina de la Dirección General de Tráfico para que así den luz verde a la modificación de la etiqueta B por la C, de tal forma que se pague una tasa de 8,67 euros. Finalizarás teniendo que ir a una oficina de Correos y comprar una pegatina como tal, que tendrá un coste de 5 euros.

No es un trámite difícil, y aunque tiene un poco coste, es una manera barata de contar con un nuevo distintivo con el que vas a estar más seguro y tranquilo. La mayor duración de las etiquetas C que las B hace que sea más recomendable el cotejar este tipo de temas.

Lo que se busca es que todo ello sea más accesible para los conductores, puesto que sí que es cierto que en los primeros años fue un tanto complejo el tema y hasta hubo algunos errores en la obtención de dicha pegatina.

Un paso hacia adelante

Creemos que de verdad es un cambio positivo que valdrá para acelerar un trámite que antes era algo más farragoso. Las etiquetas han pasado a ser un elemento fundamental, en especial en las grandes ciudades, por lo que era necesario dar respuesta a todo ello y facilitar la gestión a los conductores.

Es de esperar que con este cambio se facilite mucho más la tarea y que esta revisión de los procedimientos se extienda a más trámites, tanto de la DGT como en otros sectores de la administración, puesto que de esta forma se ahorra bastante tiempo y dinero algo que siempre es deseable.

Tanto en España como en el resto de la Unión Europea se han puesto de verdad en serio con las etiquetas medioambientales y por este motivo, todo avance que haga más sencillas las gestiones es positivo.