Temporada de invierno: salir con tu perro a la nieve

Filomena será un nombre que permanecerá en el imaginario colectivo español durante mucho tiempo. La borrasca de proporciones épicas que azotó España durante los primeros días de 2021 también será recordada por las mascotas. ¿Cómo salir con tu perro a la nieve? Una pregunta muy de moda esta temporada. Y es que más allá de las bajas temperaturas de cada invierno, las nevadas no suelen ser un asunto por el que en buena parte del territorio español haya que preocuparse. Pero este año parece ser un poco diferente.

Claro que las consideraciones a tomar en cuenta para pasar tiempo fuera de casa con un can durante la estación más fría del año, varían según las características de las mascotas. Muchas razas están diseñadas para soportar temperaturas varios grados bajo cero. Ejemplares que pueden atravesar territorios congelados sin mayores dificultades. Incluso ayudando a los humanos a no exponerse más de la cuenta y a no poner sus vidas en riesgo.

Pero otros perros no están preparados para estas condiciones. Son razas propias de ambientes cálidos, con poco pelo o sin una gruesa capa muscular. Este tipo de canes son los que requieren más atenciones especiales.

Siempre será necesario salir

Salvo escenarios realmente desfavorables, los perros deben salir de casa todos los días, al menos una vez. Una norma inexorable para aquellos que viven en pequeños pisos y tienen que ir a la calle a hacer sus necesidades fisiológicas.

Pero no solo por necesidades fisiológicas. La actividad física diaria es un requisito insalvable para una mascota plena en salud, tanto física como emocional. No salir a la calle a caminar, aunque sea por periodos cortos de tiempo, puede dar lugar a desequilibrios difíciles de superar.

Consideraciones básicas

Más allá de que se deba hacer un esfuerzo supremo por salir con tu perro a la nieve, lo mejor es hacerlo por espacios cortos de tiempo. Pretender permanecer más de 15 minutos al aire libre, con temperaturas por debajo del punto de congelación, es irreal. Además de que representa un riesgo para la salud, tanto para la mascota, como para su dueño.

Hay que dar paseos precisos, con actividades puntuales y rápidas, que impliquen algún reto físico o mental. (Hay algunas excepciones: ejemplares muy jóvenes, ‘adultos mayores’ o con algún padecimiento que saldrán únicamente para ir al baño).

Cepillados frecuentes

Los perros de pelo largo se adaptan mejor a este tipo de escenarios. El Husky Siberiano o el Samoyedo son dos ejemplos clásicos de animales resistentes al hielo y la nieve. Para que su protección sea más eficiente, al hacer vida doméstica requieren que sus dueños los cepillen con frecuencia.

Bóxer y Pitbull son razas corpulentas y de tamaño medio. Sin embargo, su pelaje muy corto y fino les deja expuesto a las bajas temperaturas. Más dramático los casos de Chihuahua y Pincher. Además de un manto casi inexistente, son pequeños y flacos. Este tipo de mascotas requieren de abrigos especiales que les ayuden a mantener el calor corporal.

Que se note

Un chaleco fluorescente es otro accesorio necesario. No solo para protegerlo del frío, sino para que el animal esté siempre a la vista, tanto para sus dueños, como para cualquier otra persona.

Durante nevadas demasiado espesas, los riesgos de mascotas extraviadas aumentan. Lo mismo que los atropellos, debido a los pocos metros de visibilidad de los que disponen los conductores para advertir cualquier obstáculo que tengan en frente. Este tipo de vestimenta permite que el can no pase desapercibido.

Prohibido comer nieve

La primera vez en la nieve, es común que los canes quieran probarla, descubrir su sabor. Es importante evitar que se convierta en una constante. Desde la primera vez que se les descubre, hay que marcar esta acción como prohibida.

Las molestias estomacales que terminen en vómitos forman parte de los riesgos. Para reducir la tentación, es importante salir con tu perro a la nieve llevando suficiente agua para la mascota. Aunque no haga calor, igual con el ejercicio se deshidratan y ven en el hielo un camino para corregir esta situación.

Cuidado con las almohadillas

Las almohadillas de las patas ayudan a los canes a caminar casi por cualquier superficie sin inconvenientes. Pero antes de exponerlos a la nieve, es importante verificar que se encuentren en perfecto estado. Sin heridas abiertas o resecas.

La vaselina es un excelente aliado para este punto de la anatomía canina. Ayuda con la hidratación, lo que disminuye los riesgos de fisuras. Así mismo, en caso que se requiera la colocación de un zapato especial para proteger al animal, facilita el proceso.

Hay que salir con tu perro a la nieve

No solo tu perro debe estar preparado para soportar el frío. Los dueños también deben abrigarse apropiadamente. De lo que se trata es de disfrutar en lo posible, pero sin riesgos para la salud de ninguno de los involucrados.