La sorprendente razón por la que tu perro te sigue a todas partes
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Bien es sabido por todos que los perros son animales muy fieles, con los que podemos establecer una relación de amor y confianza. Es cierto que hay razas que son más independientes que otras, pero por norma general todos los canes son amables y sociables. Si tienes un perro como mascota, seguro que en más de una ocasión te has preguntado por qué te sigue a todas partes, y lo cierto es que la razón es de lo más sorprendente.
Convivir en manada
Lo primero y más importante a tener en cuenta es que los perros tienen un instinto natural a convivir en manada, de forma que siempre buscan un líder que les cuide y les proteja.
Por lo tanto, los perros tienden a seguir a sus dueños porque para ellos son su líder. Sienten lealtad, respeto y cariño hacia ellos, y necesitan su compañía.
¿Cabe la posibilidad de que tu perro dependa excesivamente de ti? Es algo que puedes saber muy fácilmente porque, de ser así, tu perro gimoteará cuando no esté contigo. En principio, no es algo malo porque significa que el animal te quiere, pero la dependencia emocional puede dar lugar a la ansiedad por separación, así que debes prestar atención.
Si notas que el perro no quiere dormir solo, rasca las superficies, ladra o llora en exceso o intenta huir, debes llevarle al veterinario para que la haga un chequeo y establezca el tratamiento más adecuado.
¿Qué hacer?
No se trata de evitar que tu perro te siga siempre. Debes entender que hay momentos en los que el animal necesita de tu compañía, y no debes privarle de ella. Si quieres que crezca sano y feliz, debes dedicar a diario tiempo de calidad a estar con él.
Sin embargo, es importante establecer unas pautas claras para que la necesidad que siente el perro de estar contigo no se convierta en obsesión. Tiene que aprender a estar tranquilo con sus juguetes o haciendo lo que quiera mientras tú no estés con él.
Cuando quieres evitar que te siga, debes ordenarle con la voz y con un gesto contundente que se tumbe o que te siente, señalando el sitio donde quieres que lo haga. Cuando obedezca, prémiale, ya sea con una golosina o con un gesto de cariño.
La constancia es clave en la educación de los perros. Si le ordenas que se sienta o que se tumbe, no puedes pedirle que lo haga unas veces sí y otras no.
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