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¿Los gatos pueden comer fresas?

Los gatos pueden comer fresas
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Las fresas son una fruta con multitud de beneficios para la salud. Tienen un alto contenido en vitamina C, así que fortalecen el sistema inmunológico y favorecen la absorción del hierro de los alimentos. Además, regulan el tránsito intestinal, estimulan la eliminación de toxinas y refuerzan las defensas. Ahora bien, ¿los gatos pueden comer fresas?

Lo primero a tener en cuenta que los gatos son carnívoros por naturaleza, así que las fresas no son un alimento recomendable en su dieta diaria. Sin embargo, sí se les puede ofrecer de vez en cuando unos trocitos de fresas, nunca de manera frecuente y siempre con moderación.

Los gatos y las fresas

Las fresas no están en la lista de alimentos tóxicos para los gatos, pero esto no significa que deban consumirla de manera habitual. El organismo de estos animales no está adaptado a ingerir alimentos con un alto contenido en hidratos de carbono como las fresas. Lo que necesitan para tener una buena salud a nivel físico y mental es una dieta basada en proteína animal.

A esto hay que sumar que a los gatos no les gusta demasiado el dulce, aunque algunos sí disfrutan de los pequeños trozos de fresas que sus dueños les dan de vez en cuando a modo de premio. Estas tienen muchos beneficios para la salud de los gatos gracias a sus propiedades nutricionales.

Son ricas en agua, así que ayudan a que los gatos se mantengan hidratados, sobre todo en los meses de verano. Además, aportan una gran cantidad de minerales y vitaminas, especialmente de vitamina C. Otro de los beneficios de las fresas es que reducen la tensión arterial al ser una fuente rica en potasio.

Teniendo todo esto en cuenta, queda claro que solo debes ofrecerle fresas a tu gato de forma ocasional. Para dárselas, comienza eliminando el tallo y las hojas. A continuación, retira cualquier tipo de suciedad o elemento que pueda ser nocivo para el animal. Después, lávalas  con abundante agua templada y pártelas en pequeños trozos.

Pon los trozos de las fresas en el comedero del gato. Si no muestra ningún interés por esta fruta, no debes forzarle a comer porque se estresará. Si es la primera vez que come fresas, presta mucha atención a si muestra alguno de los siguiente síntomas, porque podrían ser un indicativo  de una reacción alérgica: dificultad respiratoria, vómitos, estornudos, urticaria, diarrea y heces blandas, tos y silibancias.

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