La verdadera razón por la que algunos gatos arañan los muebles
Los gatos son animales adorables, aunque en ocasiones adoptan comportamientos que los humanos no conseguimos entender. Sin embargo, todo tiene una razón de ser. Ahora, un nuevo estudio de la Universidad Federal del Río Grande del Sur (Brasil) ha conseguido averiguar por qué algunos gatos arañan los muebles.
Los investigadores se han mostrado muy sorprendidos con los resultados del estudio ya que cuanto más estrecho es el vínculo emocional entre los gatos y sus dueños, más probabilidades hay de que muestren un comportamiento agresivo y destructivo.
Pero, ¿cuál es el motivo por el que actúan así? No está del todo claro, pero los investigadores creen que se trata de un mecanismo para llamar la atención. También puede deberse a una actitud demasiado relajada y tolerante por parte de los dueños, que no establecen unas normas claras y no les ponen ningún tipo de límite.
No es nada sencillo hacer que los gatos dejen de arañar los muebles. Es cierto que tienen una instinto natural de afilarse las uñas, pero este hábito en muchos casos responde no sólo a necesidades físicas, sino también a expresiones emociones. Por lo tanto, el objetivo es distraerles de su mal comportamiento, y para ello la técnica del refuerzo positivo funciona muy bien.
¿Cómo evitar que los gatos arañen los muebles?
Es importante tener claro que, a pesar del proceso de domesticación, los gatos continúan teniendo algunas costumbres de sus antepasados. Ahora bien, algunos comportamientos destructivos, como el hecho de arañar los muebles, pueden ser corregidos siempre y cuando se sigan una serie de pautas.
Lo primero y más importante es que para regañar al gato siempre hay que hacerlo en el momento en el que está haciendo la acción, nunca después. Los animales no tienen la misma capacidad de asociación y razonamiento que los humanos, así que no pueden asimilar que alguien les está regañando por algo que han hecho hace cinco minutos o dos horas.
Si el gato está arañando los muebles, es fundamental mantener la calma porque gritar y alterarse no sirve absolutamente de nada. Es tan sencillo como acercarse al animal, tomarle del cuello con suavidad bajando su cabeza hacia el suelo y pronunciar «no».
Por supuesto, es fundamental proporcionarle un rascador para que mantenga sus uñas fuertes y sanas. El rascador es una rutina de juego para los gatos, y hay torres con colgantes y distintos pisos para que se entretengan.
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