Cómo introducir nuevos peces en el acuario: trucos y consejos

Los aficionados a peces de acuario saben que introducir nuevos ‘inquilinos’ en estos pequeños hábitats tiene sus complicaciones. Aunque de ninguna forma lo anterior implica dificultades infranqueables. Estas mascotas pueden llevar una vida saludable, siempre que sus responsables se aseguren de ofrecerles cuidados adecuados. Muchas medidas están relacionadas con la profilaxis para evitar enfermedades que afecten a los otros. El estrés es otro factor que requiere especial atención. Al igual que les ocurre a los humanos, sufrir los inconvenientes de esta condición puede dar lugar a escenarios indeseables.

Para estos animales, ‘viajar’ representa una de las mayores fuentes de angustias y sobresaltos. Por tal motivo, entre los primeros trucos para que las mudanzas resulten menos tortuosas aparece el utilizar bolsas de transporte oscuras, ya que estas reducen la intensidad de los rayos del sol.

También es importante que, durante los desplazamientos en coche, se encuentren bajo el cuidado directo de alguno de los pasajeros. En lugar de colocarlos sin más directamente sobre alguna butaca. De esta forma, el embate por la inercia de los movimientos será mucho menor.

Atención con los peligrosos cambios de temperatura

Un aspecto importante es la temperatura del agua, tanto durante el transporte como en la pecera. La diferencia no debe superar los cuatro grados Celsius entre una y otra. Para su control conviene usar un termómetro. La medición se puede hacer por fuera del recipiente de transporte.

Si la diferencia es superior a la recomendada anteriormente, se procede a un ajuste con bolsa cerrada. El envase con los peces se cierra y se introduce en un recipiente limpio. Se echa agua del acuario hasta cubrirla. A continuación, se mide la temperatura cada hora hasta que se normalice.

Peces acuarios: expansión de la familia

Cuando la bolsa de transporte se abre, no debe excederse de los 15 minutos antes de echarlos a la pecera. El riesgo es que se queden sin oxígeno. Con los peces nuevos en el cubo se usa una red. Se pasan de uno en uno. Si se nota que alguno está estresado, se le deja en paz. Saldrá cuando se tranquilice.

Un truco muy útil es bajar la temperatura de la pecera a 27 pc. Una vez terminada la mudanza y todos los peces estén tranquilos, se reajusta el acuario a los valores normales, los cuales oscilan entre los 28 y 30 grados Celsius. Apagar las luces mientras se aclimatan y alimentarlos al día siguiente es otra buena idea. Entre otras cosas, para evitar peleas y facilitar que acepten su mutua presencia.

La combinación peces acuario es sinónimo de paz en el hogar. Con las atenciones adecuadas, puedes disfrutar de unas mascotas que, si bien no ladran o maúllan, también son muy divertidas.