¿Cómo es la cara de culpable de tu perro?

Cuando encuentras zapatos masticados, cortinas destrozadas entre otros desperfectos domésticos, seguramente verás la cara de culpable de tu perro. Un aspecto triste, como sabiendo que su dueño se va a enojar por lo que hizo. Independientemente de lo que haya hecho, es difícil condenar a una mascota que no entiende los cargos. Es posible que las mascotas no sientan culpa, porque no entienden que lo que hicieron estuvo mal. Sin embargo, pueden aprender a diferenciar lo correcto de lo incorrecto. 

Cara de culpable de culpable de tu perro: ¿sabe que ha hecho algo malo?

Los perros pueden saber distinguir lo que está bien y lo que está mal. Siempre que su dueño se lo haya enseñado con anterioridad, en su entrenamiento con respuestas consistentes, cortas y oportunas a sus acciones.

Se debe establecer un patrón y eventualmente asociar sus acciones con consecuencias predecibles. Una respuesta oportuna es clave. Si atrapas a tu perro mordiendo la cortina, rápidamente recibirá el mensaje, escuchando un enérgico ¡no! Mientras lo sacas de ese lugar y lo llevas a su espacio habitual. Esta sería una buena lección.

En la práctica, reprender a un perro por una infracción cometida hace 10 horas o incluso 10 minutos no le enseña lo correcto de lo incorrecto. Las mascotas no tienen la capacidad de asociar acciones previas con reacciones tardías. En otras palabras, si te preocupas por el periódico roto cuando llegas a casa del trabajo, estarás desperdiciando tu energía. Tu mascota no puede hacer la asociación entre tu respuesta actual a algo que ha hecho horas atrás.

¿El culpable parece significativo?

La cara de culpable de tu perro puede asociarse con una postura y actitud del cuerpo de tu mascota, la cabeza baja, ojos desviados, cola golpeando entre las patas. Pero no significa que sienta realmente culpa o remordimiento, es solo su respuesta a la postura y actitud de tu cuerpo.

Cuando descubres que tus zapatillas favoritas han sido destrozas por tu amigo canino, naturalmente respondes con el ceño fruncido, un suspiro o incluso un grito. Tú mascota responderá de inmediato con una postura sumisa, no refleja culpa, podríamos decir que se asusta ante la reacción de su dueño. Es una manera de llamar la atención, porque con su carita y actitud muchos dueños terminan reaccionando de forma cariñosa haciéndole mimos.

Entonces, podríamos decir que no significa culpa. La cara de culpa en perros significa miedo, preocupación y ansiedad, en respuesta a una mirada agitada, y una actitud de enojo de su dueño.

Si quieres evitar que tu mascota realice acciones negativas como romper cosas, la mejor manera de lograrlo no es reprenderlo, sino entrenarlo.