Juegos Olímpicos
Wasabi Olímpico: capítulo diez

A falta de vela… helados y templos

Yo puse dirección a la bahía de Enhosima con la ilusión de que iba a ver varias medallas para la delegación española en vela, uno de esos deportes donde somos especialmente fuertes. Era plenamente consciente de que me iba a tener que meter al cuerpo tres horas de viaje entre la ida y la vuelta, pero por España lo que haga falta. Lo que no sabía yo es que mi gozo se iba a ir a un pozo cuando la delegación nos informaba que la jornada se suspendía por falta de viento… o eso nos dijeron.

No me ha quedado muy claro por qué se ha suspendido, pero el caso es que yo me he hecho el viaje para ver vela y no he visto vela. Un día de locos en el que por lo menos os he podido ensañar un poco más de este país llamado Japón. También os digo, que casi os iba a ser más útil mostrando curiosidades que explicando este deporte, donde no soy el mayor experto, aunque yo me lo había aprendido de memoria, como la filosofía en el colegio.

Mi jornada en Enhosima comenzó tomándome un helado de leche condensada. Entre el calor y la humedad que hace en Japón uno se tiene que refrescar. Luego, fui a un templo muy típico de estos lugares en el que los japoneses han puesto carteles avisando a los turistas del peligro que tienen los pájaros, que no dudan en ir a por la comida. Y por último, he paseado por el puerto viendo las embarcaciones. Italia luce unas lanchas muy elegantes, no podía ser menos de un país que hace la ceremonia inaugural vestida de con un chándal de Armani. Nosotros, en cambio, ponemos las iniciales de nuestro país en las embarcaciones a mano. Spain is different.