Sánchez usa a los refugiados ucranianos para gastar 30 millones en burocracia y las ayudas no llegan

refugiados ucranianos
Pedro Sánchez, en una visita al centro de refugiados ucranianos de Barcelona

Las ayudas de subsistencia que el Gobierno prometió a los refugiados de la Guerra de Ucrania acogidos en España se añaden a la lista de incumplimientos del Gabinete Sánchez. El Ejecutivo del PSOE y Unidas Podemos también ha sido incapaz de cumplir con este anuncio, que lanzó a bombo y platillo en los primeros días de agosto del año pasado con cifras a lo grande: un fondo de 52,8 millones de euros a repartir en forma de ayudas directas a los refugiados ucranianos, aderezado con otros 30 millones de euros de dinero público para crear oficinas de gestión de esas ayudas en las comunidades autónomas. Es decir, 30 millones de coste burocrático extra para repartir 52,8 en prestaciones, a razón de 400 euros mensuales por unidad familiar sin recursos, más 100 euros por cada menor de edad.

Esa proporción entre costes y resultados de gestión es llamativa de por sí. Consta en el cuadro presupuestario que el Gobierno de Sánchez aprobó en los primeros días de agosto del año pasado. Pero ahora aún es más llamativa porque, casi ocho meses después, las ayudas prometidas a los refugiados ucranianos no han sido repartidas según lo previsto. Llegan con gruesa demora.

Dinero que no llega

Abundan los que siguen sin ver un euro de esas prestaciones. De hecho, la lentitud con la que transita esta promesa de Sánchez ha obligado al Estado a autoconcederse tres meses de prórroga para cumplir con lo que él mismo se comprometió a hacer. Hace ocho meses estableció que, a 31 de marzo de 2023, las comunidades autónomas –con las que acordó la gestión de las ayudas a estos refugiados– debían haber concedido al menos 29,6 millones de euros. Pero la realidad es que, a estas alturas, esa cifra no se ha alcanzado ni de lejos.

Según los datos oficiales obtenidos por OKDIARIO, el decreto que promulgó el Gobierno el 2 de agosto de 2022 establecía un régimen sancionador por el incumplimiento de esos objetivos. Es decir, las autonomías incumplidoras tendrían que devolver, incluso con intereses, las cantidades que no hubieran llegado en tiempo y forma a los refugiados ucranianos. Pero el Gobierno, cuando se ha dado cuenta del incumplimiento, en vez de activar los expedientes sancionadores ha optado por pasarlos por alto y ampliar el plazo por tres meses más. Lo acaba de hacer con otro decreto que enmienda el que promulgó el 2 de agosto del año pasado.

A seguir esperando

Esto significa que, el próximo 30 de junio, casi un año después de que anunciara el reparto de 52,8 millones en ayudas de subsistencia a refugiados ucranianos acogidos en España, el Gobierno se conforma con que les hayan llegado poco más de la mitad de esos fondos. Para el resto habrá que esperar todavía más.

Mientras tanto, los refugiados a los que no llegan estas ayudas extraordinarias prometidas por el Gobierno de Sánchez tienen que recurrir a otras vías alternativas para mantenerse a flote en España: organizaciones no gubernamentales, entidades benéficas, familiares, amigos, búsqueda de otras prestaciones alternativas si es que pudieran optar a ellas… Este nuevo fiasco en la gestión presupuestaria del Gobierno alcanza de lleno al ministro socialista José Luis Escrivá, titular de la cartera de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, del que depende este programa de ayudas a refugiados ucranianos.

Unos 170.000 refugiados

El número de afectados es abultado. El 2 de agosto, cuando se promulgó este decreto de ayudas extraordinarias, el Gobierno estimaba que había acogidos en España 130.000 exiliados por la invasión rusa de Ucrania. Ahora calcula que son más de 168.000, y cree que la cifra seguirá yendo a más. El programa especial de ayudas que se lanzó hace ocho meses usaba a las comunidades autónomas como intermediarias.

Puig y Aragonés

Con mucha diferencia, a los dos gobiernos regionales que más fondos asignó La Moncloa en este programa fueron Cataluña y la Comunidad Valenciana. A cada una de ellas les ha concedido 7,4 millones de euros para crear más burocracia con la excusa de gestionar esas ayudas a refugiados ucranianos, y 13 millones para repartirlos en prestaciones propiamente dichas entre esos damnificados de la guerra de Ucrania.

De los 52,8 millones anunciados en total por el Gobierno para distribuir en ayudas de subsistencia para los refugiados ucranianos acogidos en España, el 70% se lo transfirió a las comunidades autónomas el pasado agosto. El 30% restante lo habrían recibido esta primavera, tras haber acreditado el 31 de marzo que habían concedido al menos el 80% de la partida recibida en agosto del año pasado. Pero la condición no se ha cumplido y la promesa del Gobierno de Sánchez con los refugiados ucranianos transita al ralentí.

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