Los agujeros negros y los agujeros blancos de la acusación contra Granados

Granados-González
Francisco Granados.

El ex consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid Francisco Granados abandonó el pasado miércoles la prisión de Estremera tras permanecer encarcelado 32 meses y avalar los 400.000 euros de fianza que le impuso el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco.

Pero al futuro instructor del caso Púnica, ya no será Velasco que formará parte de la Sala de Apelación de la Audiencia, todavía le queda mucho camino por recorrer para verificar las acusaciones de la Fiscalía Anticorrupción que le llevaron a dictar la prisión preventiva contra Granados.

Los indicios más incriminatorios, que el ex consejero de Esperanza Aguirre no ha podido negar, se refieren al rastro del dinero. En primer lugar, la cuenta que Granados poseía en una sucursal de la Société Générale en Suiza, con un saldo de 1,6 millones de euros, que fue desvelada por el periodista Eduardo Inda en febrero de 2014.

Y en segundo lugar, el millón de euros en metálico que la Guardia Civil encontró, oculto en una maleta, en el altillo de la vivienda de los suegros de Granados. El propio ex secretario general del PP de Madrid asegura que este dinero en metálico se la entregó el empresario David Marjaliza, que obtuvo la titularidad de su cuenta en Suiza.

Mordidas en los colegios concertados

En cambio, existen otras acusaciones que todavía están lejos de haber sido probadas. La Fiscalía Anticorrupción sostiene que el ex consejero de Presidencia cobraba mordidas que podrían rondar el millón de euros, por cada colegio concertado que adjudicaba la Comunidad de Madrid. Granados niega tajantemente esta acusación que la califica como «absolutamente falsa».

Del mismo modo, Anticorrupción sostiene que Granados habría llegado a ocultar cerca de 600 millones de euros en paraísos fiscales. Hasta el momento, sólo se ha podido constatar la existencia del millón depositado en su cuenta en Suiza inicialmente, que posteriormente apareció en el altillo de sus suegros. Los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) todavía no han dado con los 599 millones restantes, si es que realmente existen.

Varios medios de comunicación han publicado que Granados se acogió a la amnistía fiscal aprobada en 2012, para aflorar el dinero oculto en el extranjero. El imputado lo niega rotundamente y podría solicitar un certificado a la Agencia Tributaria para demostrar su versión.

De hecho, la Justicia descubrió su cuenta suiza porque las autoridades helvéticas se dirigieron al Gobierno español a finales de 2013 para comunicar que un cargo público era el titular de la cuenta abierta en la Société Générale. Esta comunicación no habría tenido ninguna consecuencia en el caso de que Granados se hubiera cogido a la amnistía fiscal un año antes.

La confesión de Marjaliza

Buena parte de la acusación contra Francisco Granados se fundamenta en la confesión de su ex socio, el empresario constructor David Marjaliza, quien le ha acusado de amañar concursos públicos y cobrar mordidas en la adjudicación de obras del Plan Prisma, gestionado desde la empresa pública de la Comunidad de Madrid Arpegio.

Pero todavía está por ver si las afirmaciones de Marjaliza están sustentadas por pruebas fácticas, o si simplemente el constructor ha intentado incriminar al ex consejero de la Comunidad de Madrid para librarse de las acusaciones que pesan contra él, mediante un pacto alcanzado con la Fiscalía. El propio ex dirigente popular ha denunciado públicamente las constantes contradicciones del empresario.

Según el Ministerio Público, los 600 millones de euros que Granados presuntamente esconde en el extranjero provienen en gran parte de supuestos pelotazos urbanísticos con el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Valdemoro.

Sin embargo, Granados concluyó su etapa como alcalde de Valdemoro en noviembre 2003, y el PGOU de este municipio no se aprobó hasta un año después. Además, la UCO le acusa de enriquecerse directamente tras creando una empresa cuando el Plan General ya era público y por tanto, no se podía especular, ni dar ningún pelotazo.

Lo último en Investigación

Últimas noticias