Turquía sufrirá el primer retroceso de su economía en 10 años
Un grupo de 40 economistas pronostica que la economía de Turquía sufra su primer retroceso este año por primera vez en más de una década, según una encuesta presentada por Reuters este martes. La previsión es que se produzca una contracción del 1,4% en 2020, con caídas en el segundo y tercer trimestre del 8,6% y el 5,3%, respectivamente.
Antes de la expansión del coronavirus, el Gobierno turco esperaba que la economía creciera un 5% este año tras recuperarse de una recesión el año pasado. El Ejecutivo no ha actualizado su pronóstico del producto interno bruto desde que el país registró su primer caso de coronavirus a mediados de marzo. El virus se ha extendido desde entonces y Turquía se ha situado en el séptimo lugar del mundo en casos confirmados del patógeno.
Los economistas consultados por Reuters estiman que la economía crezca de nuevo un 3,7% en 2021. Para el primer trimestre de este año, el informe oficial previsto para el 29 de mayo muestra un crecimiento del 4,4%.
Ankara ha cerrado escuelas y algunos negocios, las fronteras y ha adoptado cierres de fin de semana. Pero no ha impuesto un confinamiento generalizado para mantener abierta una parte de la actividad económica.
“Creemos que todos los sectores de la economía se verán afectados por la COVID-19 y suponemos que la mayor parte del impacto negativo se concentrará en el segundo y tercer trimestre de 2020″, han explicado los economistas del Banco UBS.
“Tanto las inversiones como las exportaciones deberían contraerse completamente en 2020 dada la desaceleración global de la pandemia. Sin embargo, el crecimiento del crédito – aunque se espera claramente que caiga notablemente de los niveles actuales – podría permanecer plano a finales de 2020”.
La última vez que la economía turca se contrajo fue en 2009. El retroceso entonces fue del 4,7%, pero de 2010 a 2018 el país consiguió crecer hasta un 5% de media gracias al auge de la construcción impulsado por el capital barato tras la crisis financiera de 2008.
La crisis monetaria de 2018 se desencadenó por la preocupación por la independencia del banco central y la tensión entre Ankara y Washington. Eso llevó a tres trimestres consecutivos de contracción económica y a una modesta tasa de crecimiento anual del 0,9% el año pasado.
Desde julio, el banco central ha reducido las tasas al 9,75% desde el 24% para impulsar el crecimiento y disminuir la inflación. En la encuesta, los economistas predijeron que el banco central continuaría recortando hasta alcanzar el 8,00% a finales de junio, ya que aumenta su respuesta al brote, según las respuestas.
Se espera que la inflación anual, que ha rondado el 12% en los últimos meses, disminuya hasta el 8,3% a finales de año antes de subir hasta el 8,9% a finales de 2021, según la mediana de las respuestas de la encuesta.
“Prevemos que la inflación se desacelerará rápidamente debido a la disminución de los precios del petróleo … con un IPC de un solo dígito ya desde mayo de 2020 en adelante”, según han publicado los analistas de UBS.
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