Trump disolverá su polémica fundación benéfica

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Donald Trump y el secretario de Defensa, James Mattis. (Foto: AFP)

El abanico de negocios que Trump tiene en Estados Unidos y en el extranjero, así como su organización filantrópica Donald J. Trump Foundation están bajo lupa desde que ganó los comicios del 8 de noviembre.

El magnate inmobiliario ya adelantó que cederá la gestión de su compañía a sus hijos, quienes a su vez no firmarán nuevos contratos durante el mandato de su padre, a pesar de que todavía no ha dado a conocer cómo lo hará.

Pero su fundación, que ha generado muchas polémicas –entre ellas no saber exactamente cuánto dinero ha donado realmente Trump– está siendo investigada por el fiscal general de Nueva York, Eric Schneiderman, por un presunto uso indebido de los fondos.

La oficina de la fiscalía neoyorquina informó el sábado en un comunicado difundido a la prensa local que el futuro presidente no podrá cerrar su institución privada de momento.

«La fundación Trump está siendo investigada por esta oficina y no puede ser disuelta legalmente hasta que la investigación haya terminado», explicó la portavoz de Schneiderman, Amy Spitalnick.

El equipo de transición del magnate aseguró sin embargo que éste ya ha dado las órdenes necesarias para proceder al cierre de la misma.

«La fundación hizo mucho bien durante estos años contribuyendo con millones de dólares a innumerables y respetables grupos, incluyendo el apoyo a veteranos, a fuerzas del orden y a niños», dijo Trump en un comunicado.

«Sin embargo, a fin de evitar cualquier tipo de conflicto con mi rol de presidente, decidí seguir con mi gran interés en la filantropía de otras maneras».

Fondos

Una investigación llevada a cabo en junio por el diario The Washington Post afirmó que Trump sólo ha desembolsado una pequeña fracción del dinero que prometió dar para actividades filantrópicas y que usó sus fondos para multas pendientes con la justicia.

Después de sufrir la presión de la opinión pública, el multimillonario empresario aceptó donar un millón de dólares a una organización sin ánimo de lucro que trabaja en favor de los veteranos. Sus hijos también están siendo cuestionados por sus organizaciones caritativas.

El equipo de transición del magnate negó esta semana que sus hijos estén negociando donaciones de hasta un millón de dólares a cambio de entradas para asistir a la toma de posesión de su padre, que se celebrará el 20 de enero en Washington.

Su hija Ivanka, que ejerce una gran influencia en el mandatario electo, se vio obligada a no participar en una subasta porque podía atraer a personas interesadas solamente a codearse con la familia Trump.

Los críticos del futuro presidente afirman que es imposible que no se den conflictos de interés, a menos de que se desprenda completamente de sus negocios y sus actividades filantrópicas.

Trump reprobó durante la campaña electoral la fundación que tienen su rival demócrata Hillary Clinton y su esposo Bill Clinton, llamándola «empresa criminal».

¿Transparencia?

La decisión de cerrar su fundación llega en medio de una nube de críticas por la transparencia y ética que Trump está mostrando las semanas previas a llegar a la Casa Blanca.

Su compañía Trump Organization es un conglomerado de hoteles, edificios, clubes de golf y residencias alrededor del mundo que le puede traer problemas a la hora de pactar una nueva reforma fiscal o en el campo de la diplomacia, por ejemplo.

El magnate prometió hace tiempo hacer públicas sus cuentas para desvelar cuántos impuestos ha pagado, pero todavía no las ha revelado.

Además, anunció para el 15 de diciembre una importante rueda de prensa en la que detallaría cómo cederá la gestión de su empresa a sus herederos, pero la pospuso a ener.

Lo único que se sabe es que sus dos hijos mayores, Donald Jr. y Eric, tomarán las riendas del negocio familiar mientras su padre gobierne desde el Despacho Oval.

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