Rajoy y Hollande quieren diseñar juntos la UE de 27 con inmigración, seguridad y empleo como prioridades

Rajoy y Hollande quieren diseñar juntos la UE de 27 con inmigración, seguridad y empleo como prioridades
François Hollande y Mariano Rajoy (Foto: AFP)

Mariano Rajoy y François Hollande han presidido en Málaga la XXV cumbre hispano francesa, acompañados por media docena de sus ministros, respectivamente. La conversación bilateral entre ellos ha estado fundamentalmente dedicada al futuro de la UE, con ambos coincidiendo en que ahora más que nunca es necesaria una mayor integración europea frente a quienes, dentro y fuera de la UE, apuestan por menos Europa.

«Ha llegado el momento para que aquellos que creemos en Europa lancemos el mensaje nítido de que estamos más unidos que nunca y queremos más integración que nunca», ha subrayado Rajoy, que ha expresado su confianza en que los partidos populistas no conseguirán destruir Europa. Pero para ello, ha advertido, es importante tomar ciertas decisiones para convencer a los ciudadanos de que es el proyecto europeo el que puede garantizarles un futuro más próspero y más seguro.

Entre esas decisiones, Rajoy se ha referido también a la necesidad de avanzar hacia un verdadero mercado único de la energía y digital, porque resultan claves para mejorar la competitividad de las empresas europeas. Asimismo ha llegado el momento, en su opinión, de plantear «la unión fiscal», es decir, ir hacia una convergencia en los impuestos de los países de la zona euro.

En la declaración conjunta suscrita al término de la cumbre, España y Francia abogan también por que los europeos cumplan sus compromisos en materia de gasto en Defensa, coordinen mejor sus políticas al respecto y lancen un Fondo Europeo de Defensa.

De las ideas y propuestas concretas para este diseño de la nueva UE a 27 seguirán hablando Rajoy y Hollande en la cumbre que el francés ha convocado en Versalles para el próximo 6 de marzo, a la que ha invitado también a la canciller alemana, Angela Merkel, y al primer ministro italiano, Paolo Gentiloni. El objetivo es que las cuatro grandes potencias europeas vayan concretando posiciones comunes de cara a la cumbre del 25 de marzo en Roma, en la que se quiere lanzar una hoja de ruta sobre la dirección hacia la que debe avanzar el proyecto europeo en el futuro.

«Hoy por hoy lo que amenaza a Europa no es su destrucción, es la pérdida de sentido», ha advertido Hollande, firme defensor de la Europa a varias velocidades, de que los países que quieren ir más rápido en el proceso de integración puedan ir a su ritmo, sin depender del conjunto de países miembros. Según Hollande, hemos entrado en «otro momento del proceso de construcción europea».

El presidente francés ha advertido de que existen potencias exteriores a las que les gustaría que la UE desapareciese o que al menos no tuviera «contenido ni ambición» porque Europa «es portadora de valores, ha definido un modelo único en el mundo y eso no les gusta a todos». Pero los europeístas quieren que Europa sea una potencia «no para someter a los demás, sino una potencia de paz y de progreso, que esté al servicio del resto del planeta», ha explicado Hollande.

Aunque las palabras de Hollande parecían apuntar, entre otros, al presidente de EEUU, Donald Trump, ni él ni Rajoy han querido entrar al trapo de la polémica suscitada por las confusas declaraciones del multimillonario en un mitin en Florida este fin de semana en el que dio a entender que en Suecia se había producido un atentado porque había visto una entrevista en la Fox que relacionaba el aumento de la delincuencia en el país con la llegada de inmigrantes.

«Yo prefiero informarme por la AFP», ha bromeado Hollande en alusión a la agencia francesa de noticias, que le había formulado la pregunta. «¿Qué quiere que le diga?», ha respondido Rajoy a la pregunta de cómo valoraban el hecho de que el presidente de EEUU se informe por la televisión de lo que acontece en el mundo, en lugar de confiar en los órganos de la Administración.

Hollande tampoco ha querido lanzar desde Málaga un mensaje a su pueblo pidiéndole que no vote a la ultraderecha que representa el Frente Naciones de Marine Le Pen, pero sí se ha permitido denunciar el peligro que representan «los extremistas y los nacionalistas que aspiran a llegar al poder» y que «proponen salir del euro y de Europa». Una medida así supone «encerrarse y volver a una falsa soberanía que se traduciría en menos libertad» y en menos prosperidad, ha alertado.

«Aunque solo sea por este motivo, en nombre de Europa y de los intereses de Francia tenemos que rechazar esta solución», ha añadido cuando la prensa francesa le ha pedido un pronunciamiento en contra del Frente Nacional.

Nueve acuerdos bilaterales

Más allá de la conversación sobre el futuro de la UE, la cumbre ha servido para que los dos Gobiernos firmen nueve acuerdos bilaterales en asuntos tan variados como el traspaso de documentación sobre ETA recabada por la justicia francesa; el traslado de cadáveres vía terrestre; el refuerzo de la cooperación en materia de lucha contra la droga; la asistencia y ayuda de emergencias en zonas fronterizas; la asistencia mutua en incendios forestales; la reforma del marco de propiedad intelectual o la cooperación en el ámbito de las actividades espaciales.

En cuanto a los proyectos de interconexiones energéticas en marcha para que España y Portugal dejen de ser una isla al respecto -la ratio de interconexión con Francia está en el 2,8% cuando la UE recomienda llegar al 10% en 2020-, Rajoy ha señalado que en el proyecto del cable submarino eléctrico por el Golfo de Vizcaya está hecho el estudio de viabilidad y ahora el siguiente paso es la notificación del transportista francés a su regulador y a su Gobierno, que ha dado instrucciones para que las cosas se hagan de manera rápida.

Este proyecto se presentará en 2017 para optar a financiación europea, como en 2018 se hará para el proyecto eléctrico por los Pirineos y para el gasoducto del Midcat, ha detallado el jefe del Ejecutivo español.

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