Internacional
Invasión rusa de Ucrania

La ofensiva rusa se reanuda en Ucrania ante la negativa de Kiev a negociar con Putin

  • Vicente Mateu
  • Portadista en OKDIARIO. Anteriormente fui redactor jefe de Política, Sociedad y Cierre en EL MUNDO; asesor del Gabinete de la vicepresidenta del Gobierno y ministra de la Presidencia y Administración Territorial Soraya Sáenz de Santamaría; redactor de El Independiente... Y extremeño a mucha honra.

El Kremlin ha asegurado que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ordenó una «suspensión» del avance de las tropas rusas en Ucrania, pero la ofensiva terminó reanudándose por el supuesto rechazo del Gobierno ucraniano a dialogar. Una afirmación que desde Kiev se niega tajantemente porque, aseguran desde el Gobierno de Zelenski, el problema eran las condiciones que imponía Moscú para negociar.

Putin trataría con esta acusación de señalar a Zelenski como el responsable de que continúe el enfrentamiento armado, pero también se apunta a que puede ser una excusa para justificar el retraso en tomar Kiev. Incluso contando con la supuesta tregua ordenada por el Kremlin, sorprende el estancamiento de las tropas rusas en las afueras de la capital ucraniana.

El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha afirmado que, en vista de las «negociaciones previstas», Putin y el alto mando de las Fuerzas Armadas «ordenaron la suspensión del avance de las tropas rusas», según la agencia de noticias Sputnik.

«En consonancia con las negociaciones esperadas, ayer en la tarde el presidente ruso ordenó suspender el avance de las principales fuerzas» de las tropas de Moscú, pero «debido a que el lado ucraniano rechazó las negociaciones, las fuerzas rusas reanudaron el avance esta tarde», dijo Peskov.

Poco después de tomar esta decisión, el presidente ruso hizo un llamamiento a los militares ucranianos para que tomaran el poder, derrocaran a Zelenski, y negociaran directamente con él, y se reanudaron los bombardeos, tanto con misiles como con artillería.

Moscú planteó el viernes la posibilidad de negociar e incluso propuso Minsk como foro, pero por ahora no hay ningún tipo de entendimiento con Kiev, a pesar de que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, también se ha mostrado abierto al diálogo.

Putin ha marcado entre sus objetivos «desnazificar» Ucrania e incluso ha instado a las fuerzas ucranianas a hacerse con el poder. Zelenski ha afirmado este sábado en un vídeo que por ahora ha fracasado el plan ruso de imponer políticos «marionetas» en Kiev.

Zelenski, de hecho, afirma que las tropas ucranianas «están repeliendo con éxito los ataques enemigos» y que no se niega a negociar.

«Hemos resistido», ha dicho el mandatario en un nuevo vídeo publicado en sus redes sociales y en el que también ha advertido de que «siguen las batallas en muchas ciudades». «Sabemos que defendemos el país, la patria, el futuro de nuestros hijos», ha señalado, según las agencias locales.

El director adjunto a la oficina del presidente de Ucrania, Mijail Podoliak, ha asegurado que su país en ningún momento rechazó las negociaciones en sí, sino las demandas previas de Rusia para sentarse a la mesa.

«Por supuesto que no hemos rechazado las negociaciones. Lo que Ucrania y el presidente Zelenski rechazan es cualquier condición inaceptable, demanda o ultimátum de la parte rusa», ha declarado en comentarios recogidos por la cadena RBC.

Zelenski, que durante estos últimos días se ha incluido entre los objetivos de la ofensiva ordenada por Rusia, ha advertido de que su homólogo, Vladimir Putin, quiere poner «marionetas» en Kiev, a las que pueda manejar de la misma manera que ya controlaría a los líderes en las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk.

El presidente ucraniano ha difundido en las últimas horas varios vídeos para demostrar que sigue en Kiev y responder a las dudas agitadas desde Moscú sobre su paradero. Este sábado, el presidente de la Duma rusa, Viacheslav Volodin, ha asegurado que Zelenski abandonó Kiev el viernes y está ya en Leópolis, sin aportar pruebas, según declaraciones recogidas por la agencia Sputnik.