Más de 11.000 estudiantes chinos en toga y birrete de graduación participaron en una ceremonia gigante de entrega de diplomas en Wuhan, más de un año después del levantamiento de las restricciones anti-covid en esta ciudad que fue el epicentro de la epidemia. La cuarentena de los 11 millones de habitantes de Wuhan desde el 23 de enero de 2020 mostró la gravedad de la enfermedad, que se extendió luego al resto del planeta.

Tras 76 días de un confinamiento muy estricto, la ciudad reencontró de manera progresiva un ritmo normal desde abril de 2020, como el resto de China, donde los contagios casi se han detenido.

En una señal de descontracción de los habitantes de Wuhan, pocos estudiantes utilizaban mascarillas entre los presentes en la ceremonia organizada el domingo en la Escuela Normal de la ciudad.

Entre los estudiantes sentados uno junto a otro, más de 2.200 tendrían que haber recibido su diploma el año pasado, pero la ceremonia fue postergada a raíz de la epidemia. Según las cifras oficiales, China ha registrado un poco más de 90.000 casos de covid, entre ellos 4.636 mortales desde el inicio de 2020, la mayoría en Wuhan.

China advierte a la OTAN

China ha respondido este martes al comunicado emitido tras la cumbre de la OTAN en la que los aliados han acordado una posición «unida y clara» sobre la necesidad de abordar el auge de China en la esfera internacional y sus acciones agresivas y ha advertido que responderá a los afectos de vigilancia, así como la ha acusado de «juzgar erróneamente la situación internacional».

«Al calificar a China como un ‘desafío sistémico’, la OTAN está desprestigiando el desarrollo pacífico de China y juzgando erróneamente la situación internacional y su propio papel», ha dicho el portavoz de la misión de China ante la UE según recoge un comunicado.

Asimismo, ha añadido que la declaración de la OTAN, «representa una continuación de la mentalidad de la Guerra Fría y de la política de bloques» y han apuntado que seguirá «muy de cerca el ajuste estratégico de la OTAN y de su política hacia China».

«China no presentará ‘desafíos sistémicos’ a nadie, pero no nos quedaremos de brazos cruzados si los ‘desafíos sistémicos’ se acercan a nosotros», ha añadido, para demandar a la OTAN «ver el desarrollo de China de forma racional, dejar de exagerar la llamada ‘amenaza de China’, y dejar de manipular y crear confrontación en la competencia geopolítica».

«En su lugar, la OTAN debería dedicar más energía a promover el diálogo y la cooperación y hacer más esfuerzos que realmente conduzcan a la seguridad y la estabilidad internacionales y regionales», ha zanjado.

Este lunes, el secretario general de OTAN, Jens Stoltenberg, ha declarado tras la cumbre de los aliados en Bruselas que «las ambiciones declaradas y el comportamiento asertivo de China presentan desafíos sistémicos para el orden internacional basado en reglas y para las áreas relevantes para la seguridad de la Alianza».

En este sentido, ha hecho hincapié en que todo empieza por responder a nivel nacional a las actividades de China en materia de seguridad mientras que el gigante asiático ha considerado que su «búsqueda de la defensa y la modernización militar está justificada, es razonable, abierta y transparente».

Se trata del documento más crítico hasta la fecha de la OTAN hacia China y coincide con la primera cumbre del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.