Irak destruye el convoy del líder del Estado Islámico, pero se desconoce aún si este se encontraba en él.

El Estado Islámico ha sufrido un duro golpe, pero no tan decisivo como se informó en un primer momento. Durante el domingo se produjo un ataque por parte de las fuerzas aéreas iraquíes sobre un convoy en el que viajaban varios líderes de la organización terrorista. En un primer momento, medios locales iraquíes anunciaron el fallecimiento del líder del Estado Islámico Abu Bakr al-Baghdadi.

Según testimonios recogidos por la agencia Reuters de fuentes del hospital donde llegaron los cuerpos y de residentes, el líder no se encontraba entre ellos. A diferencia del califa, sí que parecen confirmadas las muertes de otros líderes yihadistas, incluyendo a Abu Husein al Salmani, encargado del sistema de recaudación fiscal islámido, o el reponsable de las operaciones suicidas, Yome al Mohamadi.

Este ataque ha sido llevado a cabo por las fuerzas aéreas iraquíes, fruto de la entente de intercambio de información formada junto a Rusia, Irán y Siria, con sede en la ciudad de Baghdad. Este convoy se dirigía a Al Karable para una reunión con dirigentes del Estado Islámico, un emplazamiento cercano a la frontera con Siria y que también ha sido bombardeado.

«Perderíamos un líder, pero hay miles de Baghdadis»

Por su parte, diversos seguidores del Estado Islámico afirmaron en redes sociales que incluso si falleciese el líder, la auto denominada organización sobreviviría. Baghdadi ha conseguido formar un numeroso grupo de seguidores a lo largo del mundo, encorajinados por los repetidos éxitos militares que el ISIS ha venido logrando durante los últimos años. El objetivo es crear un califato auto sostenible redibujando el mapa del medio oriente.

“Perderíamos un líder, pero hay miles de Baghdadis” han dicho milicianos del ISIS que, por otra parte, contaban con fuentes negando también esa muerte del líder.