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Francia-EEUU

«Gracias a nosotros Francia no habla alemán»: EEUU, al político francés que le reclama la Estatua de la Libertad

Rocambolesca petición de Glucksmann, europarlamentario y líder del partido de izquierda Place Publique

  • María Ruiz
  • Portadista. Especialista en 'breaking news' y noticias de nacional, sociedad e internacional.

Una divertida y surrealista polémica internacional ha surgido tras las declaraciones del eurodiputado izquierdista de Francia Raphaël Glucksmann, que ha tenido su minuto de gloria al exigir a Estados Unidos que devuelva la Estatua de la Libertad, el icónico regalo ofrecido por Francia en 1886 para celebrar el centenario de la independencia estadounidense. La Casa Blanca la ha respondido rauda: «Gracias a Estados Unidos, los franceses no están hablando alemán hoy en día».

Glucksmann, miembro del Parlamento Europeo y líder del partido de izquierda Place Publique, justificó su rocambolesca petición afirmando que Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, «ha elegido ponerse del lado de los tiranos» y ya no representa los valores de libertad y democracia que el monumento simboliza.

«Les diremos a los americanos que han optado por aliarse con los tiranos, a los americanos que despidieron a investigadores por exigir libertad científica: ‘Devuélvannos la Estatua de la Libertad’», declaró Glucksmann durante un discurso ante sus seguidores en París, capital de Francia. «Se la dimos como un regalo, pero parece que la desprecian. Estará bien aquí en casa», añadió. El político también criticó las recientes políticas de Trump, incluyendo recortes a instituciones científicas y lo que percibe como un acercamiento a líderes autoritarios, en alusión a las negociaciones con Rusia sobre Ucrania.

Estatua de la Libertad.

La respuesta desde Washington no se ha hecho esperar. Este lunes, durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, la secretaria de prensa  rechazó de plano la solicitud de devolver a Francia la Estatua de la Libertad con un comentario cargado de historia y sarcasmo. «Absolutamente no», afirmó tajante cuando se le preguntó si el presidente Trump consideraría devolver el monumento. «Mi consejo a ese político francés de bajo nivel, cuyo nombre no mencionaré, es que recuerde que sólo gracias a Estados Unidos los franceses no están hablando alemán hoy en día. Deberían estar muy agradecidos a nuestro gran país», sentenció Leavitt, en clara referencia al papel de las tropas estadounidenses en la liberación de Francia durante la Segunda Guerra Mundial.

Karoline Leavitt, secretaria de Prensa de la Casa Blanca. (Getty)

La réplica de Leavitt, que provocó risas y murmullos entre los periodistas presentes, ha originado un pequeño debate en ambos lados del Atlántico. Mientras algunos en Francia aplauden a Glucksmann por su postura simbólica contra las políticas de Trump, otros lo acusan de exagerar y dañar las relaciones bilaterales. En Estados Unidos, la respuesta de la Casa Blanca ha sido celebrada por sectores conservadores, aunque también ha generado críticas por su tono mordaz hacia un aliado histórico.

La Estatua de la Libertad, diseñada por el escultor francés Frédéric Auguste Bartholdi y ubicada en el puerto de Nueva York, sigue siendo un emblema de la amistad entre ambas naciones… al menos hasta ahora.