Internacional
OKDIARIO EN ISRAEL

Fleur Hassan-Nahoum, ex vicealcaldesa de Jerusalén a OKDIARIO: «Sánchez es un corrupto y un antisemita»

"Sánchez está rodeado de corrupción, y atacar al único Estado judío del mundo le resulta fácil"

  • Javier Sanz
  • Jerusalén
  • Enviado especial

La encuentro en una terraza soleada de uno de los barrios más elegantes de Jerusalén, donde el olor del café recién hecho se mezcla con el murmullo de conversaciones en hebreo y árabe. Lleva un vestido rojo que destaca entre los tonos neutros de la calle y acompaña cada palabra con una seguridad que no pasa desapercibida. Su acento, marcado por sus raíces en Gibraltar, añade un ritmo cálido y característico a su discurso.

Fleur Hassan-Nahoum, ex vicealcaldesa de Jerusalén y una de las voces israelíes más reconocibles en el debate internacional sobre la guerra de Gaza, no se anda con rodeos: señala al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y le tacha de «hipócrita, corrupto y antisemita». Según ella, la postura del Ejecutivo español hacia Israel responde menos a principios que a la necesidad de desviar la atención de sus problemas internos. «Está acorralado y rodeado de corrupción. Atacar al único Estado judío del mundo le resulta fácil», asegura. Aún así, subraya que la retórica de Sánchez no representa a la mayoría de los ciudadanos españoles, quienes, dice, le envían «abrazos y besos» a diario en redes sociales en señal de apoyo.

Hassan-Nahoum pone ejemplos concretos: la retirada de España de Eurovisión por la participación de Israel o las propuestas de congelar cuentas israelíes. Para ella, estos gestos revestidos de moralidad esconden un boicot político. Extiende la crítica a Irlanda y Países Bajos, a cuyos gobiernos acusa de repetir antiguos patrones de hostilidad hacia Israel, recordando episodios históricos de expulsiones y mala acogida a los judíos.

Su reproche llega también a la izquierda internacional que se reivindica pro-palestina. Denuncia que muchos de esos movimientos ignoran la naturaleza de Hamás y toleran prácticas que, en otros contextos, condenarían sin dudar. «Es un grupo ultraconservador y machista que casa a niñas de 12 años y persigue a los homosexuales, pero eso no parece importarles. El antisemitismo pesa más que los valores que dicen defender», afirma.

Hassan-Nahoum alerta de que gran parte de la opinión pública occidental está condicionada por una «propaganda pro-terrorista» financiada por Catar e Irán, y que muchos medios, ONG e incluso agencias de Naciones Unidas se han convertido, muchas veces sin querer, en altavoces de ese mensaje. Cita documentos recuperados por el Ejército israelí en Gaza sobre infiltraciones de militantes en organizaciones humanitarias y critica que se reproduzcan sin filtro los datos del Ministerio de Sanidad de Hamás. «Es un lavado de cerebro que ha popularizado términos como genocidio o apartheid aplicados a Israel sin base real», sostiene.

Las redes sociales, añade, multiplican la polarización. Los jóvenes quedan atrapados en burbujas donde solo consumen contenidos que confirman sus prejuicios, mezclando la causa palestina con discursos anticapitalistas y antioccidentales. Advierte de que este clima «empodera» a sectores islamistas radicales en Europa y América Latina y que podrían aumentar los ataques contra judíos y cristianos: «Empiezan con nosotros, pero no acaban con nosotros». Cree que una escalada de atentados podría provocar un giro político hacia la derecha en varios países europeos.

«Para mí ha sido más difícil ser inmigrante que ser mujer»

Pero Hassan-Nahoum no habla sólo de geopolítica: su relato es también personal. Nacida en Gibraltar, llegó a Israel hace 24 años sin saber hebreo y sin conocer el país. «Para mí ha sido más difícil ser inmigrante que ser mujer», confiesa. Reconoce que Israel sigue siendo una sociedad marcada por el machismo y defiende que la presencia femenina en política debería acercarse al 50%: «La forma de decidir cambia cuando hay mujeres en la mesa, aunque el resultado final sea el mismo».

Se define como «feminista ortodoxa»: cumple con las normas religiosas, pero defiende que la tradición debe evolucionar hacia una igualdad real. Se enorgullece de los programas que impulsó para integrar a mujeres árabes y judías ultraortodoxas en el mercado laboral y en la alta tecnología, así como de sus proyectos para reducir la brecha entre barrios judíos y árabes a través de la educación, la infraestructura y el empleo.

Sobre el conflicto con Hamás, insiste en que no es un problema territorial sino ideológico. «Ellos no quieren dos Estados; quieren que Israel deje de existir». Señala al régimen iraní como el motor político y financiero de los movimientos islamistas y asegura que la guerra solo terminará cuando se corte ese flujo y se apoye a liderazgos palestinos alternativos, libres de corrupción y de incitación.

El terreno sigue siendo frágil. La guerra estalló el 7 de octubre de 2023 tras el ataque masivo de Hamás contra el sur de Israel. La respuesta israelí fue una ofensiva a gran escala sobre Gaza para desmantelar a la organización y liberar a los rehenes. Tras 15 meses de combates, en enero de 2025 se alcanzó un alto el fuego en tres fases, con liberación escalonada de rehenes y presos, cese de hostilidades y el inicio de la reconstrucción del enclave. Desde entonces se mantiene una tregua tensa: Israel controla aproximadamente la mitad de la Franja, y la desmilitarización de Hamás sigue siendo la gran incógnita.