Corea del Sur y Japón preparan una cumbre en diciembre para mejorar relaciones

japon corea del sur
El Primer Ministro de Japón explica a los medios lo sucedido con el misil balístico lanzado por el ejército norcoreano y que se ha estrellado en el mar de Japón. (Foto: Getty)

Corea del Sur y Japón llevan a cabo preparativos para una próxima reunión en diciembre entre Shinzo Abe, primer ministro japonés, y Moon Jae-in, presidente surcoreano, en China de cara a mejorar las relaciones entre ambas naciones, deterioradas en los últimos tiempos por un conflicto comercial derivado del choque diplomático vinculado con la ocupación nipona de la península coreana en la primera mitad del siglo XX y la decisión del Tribunal Supremo de Corea del Sur sobre que los surcoreanos obligados a trabajar a la fuerza por empresas japonesas durante la ocupación colonial entre 1910 y 1945 pudiesen reclamar indemnizaciones.

Toshimitsu Motegi, ministro japonés de Asuntos Exteriores, y su homóloga surcoreana, Kang Kyung-wha, presentes en Nagoya durante la cumbre ministerial del G20, fijaron un encuentro entre Shinzo Abe y Moon Jae-in de cara a diciembre para tratar de avanzar en la resolución de sus disputas bilaterales; dentro del marco del encuentro trilateral que tendrá lugar también con China, en Chengdu, localidad de la provincia china de Sichuan.

El primer ministro japonés y el presidente surcoreano tenían previsto ya el viaje a tierras chinas para protagonizar un cónclave con el primer ministro chino, Li Keqiang. Y ahora parece que se encontrarán en privado en lo que supondría un acercamiento no del todo esperado tras el conflicto diplomático y comercial por el que atraviesan ambos países asiáticos. 

Los principales representantes de la diplomacia de Tokio y Seúl coincidieron en que la reunión trilateral con Pekín, prevista para el próximo mes, será «una buena ocasión» para celebrar una cumbre bilateral al margen del encuentro principal, y pactaron desarrollar coordinadamente la entrevista entre ambos mandatarios, según fuentes de Exteriores del Gobierno nipón.

 Si se produce el cara a cara entre Shinzo Abe y Moon Jae-in, sería la primera reunión formal entre ambos mandatarios desde septiembre de 2018 y después del fugaz encuentro del pasado mes de noviembre durante un foro regional en Bangkok, Tailandia. 

“Acordamos coordinarnos mutuamente para hacer que la cumbre sea posible», señaló la canciller surcoreana Kang Kyung-wha tras hablar con su homólogo japonés. Sendos responsables de Exteriores se encontraron en Nagoya durante la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de los países del G20 que se celebra en esa ciudad.

Por el momento, en un gesto de acercamiento, Seúl anunció este viernes que renovará el tratado de intercambio de inteligencia militar con Japón que iba a expirar ese mismo día, una medida celebrada por Japón y Estados Unidos y que mantiene a salvo la alianza de seguridad fijada entre estas naciones. Hecho bastante reseñable porque se había indicado previamente que no se prolongaría el pacto castrense. 

El contencioso entre Japón y Corea del Sur proviene del choque diplomático relacionado con la ocupación nipona de la península coreana y se originó con el veredicto del Tribunal Supremo surcoreano para que los nacionales que fueron obligados a trabajar a la fuerza por empresas japonesas durante el dominio colonial (1910-1945) pudiesen reclamar indemnizaciones.

Desde entonces, es ya mucho tiempo el que llevan Japón y Corea de Sur dirimiendo una pugna comercial. En concreto, el gran último episodio de este enfrentamiento se dio en agosto, cuando el Gobierno de Corea del Sur tomó la determinación de borrar a Japón de su lista de socios de exportación de confianza, como así anunció en su momento el ministro de Comercio, Industria y Energía surcoreano, Sung Yun-mo, quien explicó que el control previo a las exportaciones de materiales se llevaría a cabo para cumplir con los estándares básicos internacionales.

Esta decisión se produjo en respuesta a la iniciativa japonesa, propugnada poco antes, de sacar a Corea del Sur de la lista de socios comerciales preferentes, lo cual afectaba negativamente a la importación de componentes relacionados con la industria tecnológica, muy importante para la economía nacional surcoreana.

La medida fue criticada duramente por las autoridades surcoreanas al entender que creaban injustamente restricciones a sus importaciones. Ante lo cual el Ejecutivo japonés alegó que “no se trataba de una prohibición comercial”.

Sung aludió a esta situación explicando que era difícil la cooperación con un país que viola el principio básico del sistema internacional de control de exportaciones o que continúa ejecutando las restricciones y controles de forma inapropiada. Corea del Sur se vio bastante afectada por este veto debido al importante peso que tiene en su economía el sector tecnológico.
Y es que, por ejemplo, una empresa como Samsung representa en torno al 15% de la economía surcoreana y sus empresas afiliadas significan más del 20% del valor de mercado de la Bolsa de valores surcoreana.

Se trata ahora de mejorar la relación comercial entre ambos países. En este sentido, recientes datos del Gobierno japonés reflejan la continuada caída de los intercambios comerciales con Corea del Sur, lo que ha llevado al país vecino a retroceder desde el puesto de segundo socio comercial nipón en Asia al tercero, tras China y Taiwán. Las exportaciones con Corea del Sur bajaron en octubre pasado un 23,1% y las importaciones se redujeron en un 12%.

Lo último en Internacional

Últimas noticias