Cierran la Torre Eiffel por un conflicto con los sindicatos, que amenazan con huelga este jueves
La Torre Eiffel ha cerrado al público este miércoles, 1 de agosto, en el momento de mayor afluencia de turistas del año. El motivo dela clausura es un conflicto entre la dirección y el personal, descontento por la nueva organización para ingresar al emblemático monumento parisino.
Los accesos cerraron a las 16.00 horas, según indicaba un cartel al pie del monumento. La dirección de la Torre Eiffel ha comunicado que el cierre fue decidido tras la suspensión de negociaciones con los sindicatos, que amenazan con una huelga el jueves.
Después de «28 años esperando para venir y hoy está cerrada», se lamentaba María, una venezolana. «No me parece justo para los turistas que venimos desde tan lejos», agregó decepcionada la joven.
«Llevamos aquí dos horas y media. Esperamos para nada», deploraba Héctor, que estaba a punto de subir en los ascensores de la Torre Eiffel antes de que cerrara. «Vamos a ver si podemos subir mañana», añadió este turista mexicano, que iba acompañado de su esposa e hijos.
No obstante, los visitantes que ya encontraban dentro pudieron continuar su visita, ya que el monumento no fue evacuado.
Los sindicatos de los trabajadores están descontentos contra la nueva organización para ingresar al monumento que, afirman, está generando «monstruosas» filas de espera.
Desde principios de julio, el 50% de las entradas diarias pueden ser compradas en internet para subir a la torre que ofrece una vista panorámica de la capital francesa. Los turistas pueden reservar su horario de visita inline. Antes de julio, sólo el 20% de los boletos podían ser adquiridos en línea.
Pero la administración del monumento también decidió reservar ascensores específicos para cada tipo de boleto, lo que según los empleados crea largas filas de espera, «a menudo totalmente desequilibradas».
Durante las horas de menor actividad para las entradas prerreservadas, como por la tarde o por la noche, el ascensor reservado a estos boletos funciona medio vacío, mientras que las personas con boletos adquiridos en las taquillas deben esperar hasta tres horas para poder subir, afirman.
Al contrario, en los horarios de alta demanda para los boletos prerreservados, los turistas se ven a menudo obligados a esperar mucho más allá de la hora de su visita programada, añaden.
«Más allá del desperdicio en términos de eficiencia y de visitantes descontentos […] la paciencia de los empleados se ha agotado», dijo Denis Vavassori, del sindicato CGT.
Según él, el problema podría resolverse si los visitantes tienen acceso a todos los ascensores, sin importar el tipo de entrada.
La Torre Eiffel, que acogió a más de 6 millones de visitantes el año pasado, es uno de los lugares más visitados de París.
Ésta no es la primera vez que la llamada ‘Dama de Hierro’ cierra sus puertas a los turistas. Estuvo cerrada durante varios días en abril por una huelga de personal.
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