María Corina Machado, líder de Vente Venezuela: «No nos resignemos, volvamos a la ofensiva»

«¿Qué ha pasado? ¿Por qué justo ahora que teníamos a la dictadura contra la pared? ¿Qué hemos logrado con todo lo que hemos entregado?». María Corina Machado, ex diputada venezolana y líder del partido Vente Venezuela –uno de los que forman parte de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), la alianza opositora al régimen chavista– ha enviado un mensaje desesperado para recuperar la iniciativa en la acción contra la dictadura de Nicolás Maduro.

La estrategia de ‘divide y vencerás’ del heredero de Hugo Chávez está dando resultado y, si hasta ahora era evidente que Voluntad Popular –la formación que comanda desde la cárcel el preso político Leopoldo López– no estaba de acuerdo con las mesas de diálogo, ahora ya son dos los partidos enfrentados al liderazgo de la MUD.

Llama Machado a una «profunda reflexión para entender lo que ha ocurrido en estos días» porque, en su opinión, «Venezuela está peor que hace tres semanas» cuando las calles estaban tomadas por «todos los venezolanos, que confiaban en que este era el camino» y en que la determinación de la Asamblea Nacional, controlada por la MUD, «era clara y decidida».

María Corina Machado es una de las figuras internacionales más respetadas de la oposición venezolana tras su destitución fulminante como diputada en 2014, en una maniobra del régimen para fabricar un conflicto diplomático donde sólo había discrepancia ideológica. Su análisis parte de una comparación de la situación previa al inicio de las conversaciones auspiciadas por lasa presiones del Vaticano, a la actual. «A cada minuto que ha pasado en estas semanas he recibido muchísimos mensajes, de la gente en la calle y desde otros países preguntándome ‘¿qué pasó? ¿por qué?’ Si íbamos claramente en una ruta ascendente y era evidente que la transición estaba cerca…»

Cuando las calles estaban llenas

Porque las convocatorias, casi diarias, de la oposición para la toma de Caracas y, luego, la de Venezuela, eran un éxito de afluencia. Porque la gente estaba harta y veía una salida liderada por políticos honestos que se jugaban el pellejo y la libertad –cuando no la vida– «por salvar al país». Y porque la Asamblea Nacional estaba cumpliendo «su mandato», ése que llevó a la MUD a alcanzar dos tercios de los escaños en las elecciones legislativas del pasado 6 de diciembre.

«¿Y ahora?», se pregunta Machado. «Ahora, cuando el régimen estaba contra la pared y la Asamblea había convocado un juicio político contra Maduro, cuando la comunidad internacional había reconocido el golpe de Estado continuado que se sustanció el 20 de octubre al suspenderse el revocatorio, ahora, se inicia un proceso de diálogo que paralizó todo».

La líder opositora no entiende por qué todo ese capital social, político y moral se ha tirado por el sumidero: «Se entregó la calle, se desmovilizó al país, se entregó el juicio político porque la Asamblea decidió diferirlo, se entregó la presión internacional, se entregó a aliados internacionales que nos apoyaron con decisión jugándose su prestigio, como el propio secretario de la OEA, Luis Almagro».

Y además, indignada, Machado se pregunta por qué la oposición ha aceptado «el argumento del régimen» de que «hubo fraude electoral en el estado de Amazonas» y ha firmado la dimisión de los tres diputados de la MUD por esa circunscripción para que se repitan los comicios.

Con todo esto, recuerda la opositora, «se entregó el referendo revocatorio», que era la vía por la que era más factible que la movilización social lograra el objetivo político de desalojar al dictador: «Miles de venezolanos militares, empleados públicos, arriesgaron su trabajo, su familia y su vida firmando con la convicción de que era una ruta inequívoca para salvar el país».

A cambio de «negar la Constitución», como lo define Machado, «sólo se ha obtenido» la asunción de los postulados de la dictadura bolivariana. «La MUD ha firmado que hay una guerra económica, que hay un boicot… ¡eso lo acepta la MUD!»

Y, como final, sí se ha obtenido la libertad de algunos de los presos políticos pero, una vez más, aceptando la terminología del régimen: «Personas detenidas los llaman, como hacen los terroristas del ELN de Colombia con sus secuestrados».

«Es hora de rectificar»

La líder de Vente Venezuela, «siendo parte de la MUD», reclama «firmemente un cambio en esta situación». Y plantea que se recupere la «ruta unitaria en la que habíamos convergido todos, incluso disidentes del oficialismo», para sacar al país de la crisis humanitaria e institucional en la que está sumido. «El problema de Venezuela no se resuelve con más controles e importando algunas cosas que permita el régimen para hacer creer que se abrió un canal humanitario», proclama Machado.

La idea es «cambiar de raíz el modelo político que da pie a las decisiones económicas, sociales e institucionales» que han destrozado todas las estructuras del país. «Y tenemos la fuerza, claro que la tenemos», arenga la opositora. «Si la agenda y el horizonte electoral de esta mesa de diálogo es que Maduro se quede hasta enero de 2019 no lo podemos tolerar. Porque es nuestro derecho y fue el mandato del 6 de diciembre lograr el cambio de régimen este año», recuerda. «Así que es nuestra obligación que la Asamblea avance por la destitución de Maduro producto del juicio político y la declaratoria de abandono del cargo».

La división entre los partidos opositores no puede ser ya más patente. Y Machado trata con esta alocución de volver a la senda que daba «confianza» a los ciudadanos en que había una salida cierta.»Es la hora de la rectificación, ahora, no hay tiempo que peder», concluye. «Convocamos a todos los venezolanos a asumir nuestra responsabilidad histórica, cada uno  con su conciencia mirándonos en el espejo en los ojos de nuestros hijos y frente a la historia».