¿Cómo se hace?
Calzado

El trucazo casero para limpiar las alpargatas de esparto sin estropearlas

Este tipo de calzado es tradicionalmente fabricado en España y otros países del Mediterráneo y si bien tiene muchas ventajas, como lo bien que queda y lo cómodo que resulta durante el verano, también tiene desventajas. La suciedad que se les acumula es una de las principales. Y por eso, en este artículo, queríamos enseñarte cómo limpiar las alpargatas de esparto de una forma muy sencilla.

De diseño básico pero elegantes, quitar los restos de suciedad de la superficie de tus alpargatas no es difícil si sabes cómo hacerlo. Claro que el desafío es doble, porque por un lado debes eliminar las manchas y por el otro evitar que en el proceso acaben dañándose.

Cómo limpiar las alpargatas de esparto sin estropearlas

Lejos del agua…

Si bien hay ciertos consejos que dependerán del material usado en su confección, hay otros que son generales para todos ellos. Primero y esencial, tienes que hacer lo que esté a tu alcance para impedir que las alpargatas entren en contacto con el agua. Sabemos que muchas veces es algo tentador llevarlas a la playa o a la piscina pero deberías cuidar de que no se mojen. Paradójicamente, por esas mismas razones no deberías sumergirlas en agua a la hora de lavarlas. Lávalas en seco.

… y lejos del calor

Las altas temperaturas tampoco son amigas de las alpargatas, así que olvídate de los trucos que sugieren acercarlas a la estufa. Déjalas al sol si lo que quieres es que se sequen, limitando o descartando la exposición directa al sol y otras fuentes de calor.

Entonces, ¿cómo lavarlas fácilmente?

Ya sabes lo que no tienes que hacer. por otro lado, para que queden relucientes, entonces el procedimiento es cepillar con un cepillo limpio o nuevo. Puede que la suciedad entonces esté  en partes complicadas, como la suela o los laterales. Busca un cepillo más pequeño si hace falta. Siempre revisa, eso sí, que sus cerdas sean lo suficientemente suaves. O puedes embeberlas en agua tibia para ablandarlas.

Si la porquería es muy persistente, añade un poco de jabón al agua para deshacerla. A medida que la mugre se vaya saliendo, lava asimismo el cepillo para que no le queden restos. Y algo muy importante es que debes pasarlo siguiendo la dirección del material, nunca «a contrapelo». Además, puedes aprovechar los paños atrapa humedad para limpiar un poco la parte interior si está sucia.