¿Cómo se hace?
Cocina

Todos los trucos para limpiar los recipientes de silicona

La silicona es un material realmente muy útil en la cocina, que hoy en día se usa para casi todo tipo de artículos. Pero si ya lo has adoptado en casa probablemente sabrás que también tiene algunos defectos o «debilidades». Muchos se preguntan, por ejemplo, cómo limpiar los recipientes de silicona para quitarles toda la suciedad.

Esto se debe a que, por sus propias características, tienden a absorber tanto mugre como olores de los alimentos. Como a cambio nos ofrecen versatilidad, flexibilidad, antiadherencia y una muy buena relación precio/calidad, conviene tomarse la molestia de limpiarlos a fondo en vez de seguir utilizando materiales poco prácticos.

Trucos para limpiar los recipientes de silicona

Si quieres que tus herramientas de silicona vuelvan a lucir como nuevas, hay varios trucos que puedes poner en práctica, siendo el primero de ellos que siempre los laves tan pronto retiras los ingredientes del interior. Cuanto más tiempo pase, más difícil será que puedas deshacerte de las manchas y los olores desagradables.

Los productos de silicona son aptos para el lavavajillas, pero tanto si vas a introducirlos en este electrodoméstico como si vas a lavarlos a mano, es recomendable que evites el uso de jabones agresivos como el de la ropa. Porque este material puede sufrir pequeñas incisiones que pongan en peligro nuestra salud.

Aconsejamos, en su lugar, lavarlos con un jabón neutro y menos agresivo, enjuagarlos en abundante agua tibia y, para acabar, dejar que se sequen por completo sobre un trapo, sin darles vuelta para que no huelan a humedad. De hecho, además es mejor guardarlos destapados, si es que tienen tapa, para que no se generen hongos.

¿Y cómo quitarles el olor?

En ciertos casos, el problema de la silicona no es estético sino por el desprendimiento de un olor poco agradable. Todo lo que necesitas para neutralizarlo es un poco de bicarbonato de sodio que seguro tienes a disposición.

Basta que disuelvas una parte de bicarbonato por dos de agua, aplicando directamente con una esponja sobre el recipiente en cuestión o llenándolo con la mezcla, y permitiéndole que actúe por unos minutos antes de enjuagar.

Eliminado el bicarbonato, repite el proceso previo de lavado con jabón y agua tibia y déjalo que se seque.

Si no tienes bicarbonato, tanto el vinagre -blanco o de manzana- como el limón son eficaces contra el mal olor. Puedes preparar una solución casera con cualquiera de ellos y aplicarla de la misma manera que el bicarbonato.